O de cómo no es conveniente ayudar a nadie en los centros comerciales de la alta sociedad…
Me mandaron el siguiente mensaje. No se si sea cierto… pero creo que vale la pena leerlo para estar alerta de una de las multiples formas en que se valen los secuestradores. afortunadamente en este caso no sucedio nada.
(Me mandaron el siguiente mensaje. Estoy seguro de que es cierto porque es una cadena y aparte porque creo que vale la pena leerlo para estar alerta de una de las múltiples formas en que se valen las secuestradoras y las mafias cosecha-riñones. Afortunadamente en este caso no sucedió casi nada…)
Cuidate ocurrió en Valle Oriente:
(¡¡¡¡CUIDADO, OCURRIÓ TIPO ACÁ, EN VALLE ORIENTE!!!!)
Hace aproximadamente un mes se encontraba una mujer a la entrada de Galerías Valle Ote. distribuyendo volantes a todas las mujeres que pasaban por ahí.
(Hace aproximadamente un mes se encontraba un hombre en la salida de Galerías Valle Oriente distribuyendo volantes a todos los hombres que salían por ahí)
La mujer había escrito en el volante una experiencia que tuvo para prevenir a otras tantas.
(El hombre había escrito en el volante una experiencia que tuvo para prevenir a otros tantos.)
El día anterior esta mujer había terminado sus compras y se dirigió a su carro, descubriendo una llanta ponchada. Sacó el gato de la cajuela para cambiarla. Se acercó un joven señor, vestido con traje aparentemente todo un ejecutivo portando un portafolio y le preguntó: Noté que trata de cambiar la llanta ponchada, ¿le gustaría que le ayudara? La mujer agradecida aceptó la oferta.
(Un día antes, este hombre se había quedado de ver con un viejo amigo de generación en el estacionamiento de la plaza, cuando de repente, vió a una mujer forcejeando con un gato hidráulico e intentando cambiar sin mucho éxito una llanta desinflada. Como él había sido educado en una buena escuela católica, se acercó para ofrecerle ayuda y ella aceptó la oferta.)
Charlaron cordialmente mientras el hombre cambiaba la llanta, entonces introdujo la llanta ponchada en la cajuela, así como el gato y se sacudió sus manos En señal de que había terminado.
(Mientras él cambiaba la llanta, la mujer no paraba de hablar sobre todas las cosas que había comprado en la plaza y como todas sus amigas ya se habían casado y sólo faltaba ella de encontrar al “hombre de sus sueños”. El hombre cordialmente le seguía la plática, pero no veía la hora de terminar para poder irse a buscar a su amigo. Por fin acabó y metió la llanta desinflada, el gato y, por un descuido, su maletín a la cajuela. Se sacudió las manos en señal de haber terminado, puesto que la mujer no paraba de hablar sobre los bebés de sus amigas.)
La mujer le agradeció profundamente la ayuda e iba a subir a su carro cuando el hombre le preguntó si podría darle un aventón a su carro que se encontraba al otro lado del centro comercial.
(De pronto, el hombre recordó que su amigo le había dicho que se verían en la parte norte del estacionamiento y él se encontraba en la parte sur. Puesto que había perdido tanto tiempo ayudando a la mujer a cambiar su llanta, le pareció buena idea pedirle un aventón a la parte norte del estacionamiento.)
Ella se sorprendió y le preguntó porqué su carro se encontraba del otro lado.
El le explicó que había quedado en verse con un viejo amigo de ese lado del centro comercial y que había tomado una salida equivocada motivo por el cual se encontraba de ese lado.
(Cuando él le pidió el favor, ella se sorprendió mucho y le preguntó porqué estaba ahí, él le tuvo que explicar pacientemente la historia a pesar de estar ya 15 minutos retrasado para su cita.)
La mujer odiaba decirle un «no» después de que tan amablemente la ayudó, pero presintió algo. Entonces ella recordó haberlo visto meter su portafolio en la cajuela cuando metió la llanta para guardarla. Le contestó que con mucho gusto lo llevaría pero que acababa de recordar que había olvidado comprar algo, que no tardaría, solo le tomaría unos cuantos minutos y que podría aguardarla sentado dentro del carro y que sería lo mas rápida posible.
(Después de haberle explicado la historia, ella accedió a llevarlo, pero le dijo que se había acordado que todavía le faltaba comprar un vestido y que no tardaba nada. Mientras tanto, podía esperarla dentro del coche. Ella se fue, pero tardaba un poco, así que él empezó a sospechar… Un momento ¿¿Una mujer en Valle Oriente cambiando una llanta ponchada?? ¡¡Seguramente se trataba de una trampa!! Él ya había leído cadenas sobre como algunas mujeres engatusaban a los jóvenes para drogarlos y quitarles los riñones para luego dejarlos tirados en una bañera llena de cubitos de hielo…¡¡HORROR!!)
Ella entró nuevamente al centro comercial y le comentó a un Guardia de seguridad lo sucedido. El guardia salió con ella y se dirigieron a su carro, pero el hombre ya no estaba. Abrieron la cajuela sacó el portafolio y lo llevó al departamento de policía.
(De pronto, alcanzó a ver como la mujer se acercaba junto con un tipo y sin pensarlo dos veces salió del carro y se fue corriendo hasta salir de aquél lugar.)
El policía lo abrió y cual va siendo su sorpresa cuando encontraron una soga, cinta adhesiva y navajas. Cuando la policía revisó la llanta ponchada, no encontró ninguna ponchadura, simple y sencillamente le sacaron el aire.
(Ya estando fuera de peligro, recordó que había dejado por error su maletín con su costosísimo equipo de alpinismo en el carro de aquella mujer, pero sano y salvo por suerte.)
Eran obvias las malas Intenciones del hombre. POR FAVOR PASA ESTE MENSAJE ENTRE TODOS TUS CONOCIDOS, MUJERES, HIJAS, HERMANAS, ESTO PUEDE SALVAR VIDAS…
(Las obvias intenciones de esta mujer eran malas. POR FAVOR PASA ESTE MENSAJE ENTRE TODOS TUS CONOCIDOS, HOMBRES, HIJOS, HERMANOS. ESTO PUEDE SALVAR TUS RIÑONES.)
MANTENTE ALERTA, NO ACEPTES AYUDA DE DESCONOCIDOS… NO BAJES LA GUARDIA…………
(MANTENTE ALERTA, NO OFREZCAS AYUDA A DESCONOCIDOS…NO BAJES LA GUARDIA…….)