El arte de regalar

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De a cuerdo al basto conocimiento adquirido con el paso de los años; me he dado cuenta de que un hecho tan simple como el de “regalar”, es todo un arte. Cuántas veces, amable lector, no hemos recibido de otra persona (no dudo que con la mejor intención…o con la peor, a menos que nos odien!), obsequios nefastos, que a nosotros jamás se nos ocurriría comprar ni bajo los efectos de 10 «Prozacs». Cosas que después de recibir con una sonrisita y un “gracias, no te hubieras molestado!”, botamos invariablemente y sin que nos tiemble la mano, en lo más recóndito del clóset o del cuarto de triques (ya si uno es muy maldito, de plano van a dar al bote de la basura).

El arte de regalar es cuestión de gusto y sentido común. El problema de la mayoría de las personas que hacen obsequios, radica en regalar lo que a ellos les gusta y no lo que le gustaría a quien se le va a hacer el regalo. Por ejemplo, supongamos que voy a cumplir años y una de mis amigas sabe que me encanta leer, pero aún y sabiendo esto, a mi amiga se le ocurre que ya es tiempo de que deje de leer y que me dedique a una actividad menos ociosa y más provechosa como la esgrima. Así que ella va a la tienda y me compra un equipo para esgrima que le costó carísimo. Llega a mi casa y muy oronda me entrega una caja preciosamente envuelta, yo la recibo con una sonrisita y un “gracias, no te hubieras molestado!” Una vez abierta la caja (y ya que se haya ido mi amiga), voy y refundo el equipo de esgrima al clóset. El error de mi amiga, no fue de gusto, sino de sentido común. En qué cabeza cabe que si conociendo mi vida sedentaria, bohemia y dada a la molicie, vaya yo de buenas a primeras a ponerme a practicar esgrima en la cochera de mi casa! Hágame usted el favor!

Otra cosa sería, que la misma amiga que conoce mi gusto por la lectura, vaya a una librería y me compre un ejemplar de “Los Hombres son de Marte, las Mujeres de Venus” o “Caldo de pollo para el alma”, por ejemplo, que a su parecer sean libros interesantísimos que contienen la verdad absoluta. Ahí el error no es de sentido común sino de gusto! La intención en este caso es buena, ya que tomó en cuenta mi gusto por los libros, lo malo es que no investigó el tipo de libros al que soy afecta, sobra decir que los ejemplares arriba mencionados, son como para dejarme fría sin necesidad de abrirlos. Es un hecho que los odio y tengo el derecho a detestarlos por la simple razón de haberlos leído. Uno no puede odiar algo o a alguien sin conocerlo previamente.

Si se va a elegir un regalo para una persona a la que no conocemos del todo bien, bajo ninguna circunstancia, debemos elegir obsequios personales como ropa, perfumes o artículos decorativos. Tampoco debemos comprar cosas como libros, tabacos finos u obras de arte (casi siempre todos vamos a “Marco” a comprar obras de arte) si no conocemos los gustos o vicios de dicha persona; de lo contrario caeríamos en un comportamiento “payo”, es decir, de muy mal gusto. Lo más aconsejado en éstos casos, es llegar a la casa a la que fuimos invitados con un buen vino de mesa o flores para la anfitriona o festejada (aunque suene a concepto del siglo XIX, sigue estando vigente), al cabo que si la persona es alérgica a las flores, éstas se secaran en un par de días, o más fácil, las puede tirar a la basura. En caso de que la persona no sea un bebedor(a) avezado, de todas formas puede tomarse la botella de vino para olvidar los demás regalos horripilantes que le llevaron, como el perfume de frasco de bailarina de “Avon”, los jaboncitos para baño en forma de conchita, la corbata a rayas verde-café o el cuadro de la indita con alcatraces imitación totalmente fake de Diego Rivera comprado en los Cavazos.

Creo que las peores experiencias en cuanto a obsequios, se los lleva uno en la temporada Navideña. Cuando uno es niño(a), todo lo que nos regalen es bienvenido mientras no sea ropa. No importaba que nos regalaran desde un juego de química “Mi Alegría”, pinturitas de talco y zapatos de tacón de plástico, hasta una Barbie Malibú, un hombre elástico o un Atari.
Tengo recuerdos memorables sobre algunos regalos que aún y con terapia, no he podido olvidar. Por ejemplo, una tía a la que quiero mucho (sin dejar de reconocer su mal gusto), tuvo a bien regalarme un chaleco de estambre de colores (morado, rosa, azul, verde, naranja, amarillo,etc.), tejido a mano; era tan feo, que hasta pena me dio esconderlo en el clóset porque sabía que Dios que todo lo ve, me juzgaría por tener tal adefesio. Jamás en la vida me lo hubiera puesto a menos que hubiera sido yo un osito cariñosito o la “Rainbow Bright”. Otra tía, tenía la maña de regalar a todas sus sobrinas, jabones de tocador y talcos “Maja”, que en los 40’s, cuando ella era joven, estaban muy de moda; el problema es que ya habían pasado otros 40 años desde entonces. El misterio más insondable para mi, siempre fue saber dónde los conseguía…es fecha que no lo sé.

Otro de los regalos que hacen brotar lo más hediondo de mi alma, son las tarjetas de felicitación, en especial las de Ziggy. Están también las cajas en forma de corazón con chocolates que traen dentro cerezas viejas. Siempre me ha dado la impresión de que cada día de San Valentín, reciclan las del año anterior que no se vendieron. Lo mismo me sucede con los monos de peluche, en especial con los de Ziggy, me causan un terror irracional. En fin, podría seguir enumerando una lista de los peores regalos a mi consideración y nunca terminaría. El caso, amable lector, es dejar en ti un mensaje: antes de hacer un regalo, piensa en lo que le gustaría recibir a la otra persona (si la odias, piensa en lo que no le gustaría recibir, es más fácil), te va a agradecer eternamente que no le obsequies un perfume “Siete Machos”…o una tarjeta de Ziggy. Recibe un saludo.

15 comentarios

  • Habría que inventarnos un protocolo que no deje espacio para el desencanto ni margen de error… acudir directamente a la persona destinataria del regalo y preguntar ¿que quieres que te regale?… o mejor aun, invitarla a que nos acompañe en nuestra búsqueda por el «presente perfecto» (me refiero a un obsequio, no al verbo en inglés). Corremos el riesgo de que se aprovechen de nuestra buena voluntad y se nos pida lo «inalcanzable» (suele suceder cuando uno no es presisamente adinerado) pero tendremos que confiar en la ausencia de dolo y la presencia de modestia en la recomendación que se nos haga.

    xihuitl

    -Iconoclasta consumado
  • Mi método es infalible. Jamas regalo nada a nadie, ni espero que me regalen absolutmanete nada. Ni en navidad, ni cumpleaños, bodas o santos onomasticos. Que cada quien se compre lo que mas le guste.

  • Se de un amigo muy cercano al que le regalaron una bici de montaña y al tratar de subirla a su auto le dejo sendos rayones a la pintura ¿No es cierto P.W?
    A mi en una navidad en el fabuloso intercambio de regalos otro amigo me regalo un sueter y tuvo el buen gusto de decirme «Esta muy padre, lo habia comprado para mi pero no me quedo»

    El Alebrije

    -Admiradora de Franco (El cantante, no el dictador)
  • Bueno, a lo largo de mi vida he hecho varios obsequios francamente raros, como aquella máquina para cortar pestañas que le dí a mi tía Eduviges, o el juego de malabarista a mi tío felix,,, o aquellos memorables tornillos y tuercas de relojero magnetizados todos,,, y como olvidar las tarjetas de Unicef que le regalé a mi tío el gordo, los zatatos de golfista a mi hermano y hasta una cajita con (delicado detalle) un pelito del bigote de Rodolfo Valentino conservado en virutas para mi tía Anastasia,,,

    Todo es cuestión de sentido común ;)

    Clicko

    -Piensa que es nuestro amigo
  • Un mal regalo demuestra que el santo inocente que obsequia no tiene ni la menor idea de a quien le da el regalo. A mí me ha sucedido regalar por ejemplo, algo que la persona ya tenía, o que me regalaran algo que considero totalmente estúpido. Supongo que un mal regalo es comprobar que muchas veces el que alguien sea tu amigo, es precisamente porque es todo lo contrario a ti.

    Nota al margen: no regales algo que la persona en cuestión ha dicho un millón de veces que es horrible o en un color que detesta.

    Dreide

    -Familiar de King Clave
  • Shakespeare Sister, ahora en navidad prometo regalarte la coleccion completa de las peliculas de Rosa Gloria Chagoyan que siempre has querido, «Lola la trailera box set»

    Pinball Wizard

    -Muerto en 1996. Se sigue comunicando a través de la Ouija
  • para no errar el mejor regalo para cualquier persona es un «gift certificate»……..o no? así ni abusa de tu cartera como comentaron por ahi, ni te tardas toda la tarde recorriendo la tienda en busca de algo que seguramente o no le queda, o no le gusta o ya lo tiene…..asi solo tienes que quebrarte la cabeza para pensar de dónde será dicho certificado……si el regalo es para un chavo de 16 a 20 años, sería perfecto un certificado de alguna tienda de cd’s y dvd’s, no? si es para un niño menor, de alguna juguetería, si es para alguién a quien aprecias mucho y conoces su gusto por los libros y sabes que es conocedor y no quieres regarla, pues comprale un certificado de alguna buena libreria, si es el abuelito de la casa, pues de cualquier tienda de ropa ,zaptos y pantunflas y así…….no es complicado, verdad?

    Anónimo

    -Descifrador profesional de acertijos
  • O porqué no regalarle a S.S. la colección del Piporro (ajúa), o mínimo la de Chava Flores.

    Mejor aún, la colección del Santo (Contra las momias, los extraterrestres, etc.) en colección de lujo con ring de ligas incluído.

    O para la depre los libros de Cuau Sánchez (que no se sabe que es más nefasto que el futbolista) o los infaltables de M. Angel Cornejo.

    Y para el judi para que vea que se le quiere, su gorila de peluche con su letrerito de: ¿Qué me ves güey?

    Iceman

    -Cuando llora, de un ojo le brota aceite y del otro le escurre vinagre. Con lo que cuenta con el aderezo perfecto para cualquier ensalada.
  • Iceman: Hasta parece que me conocieras!!! me encantarían todos los regalos antes mencionados (en especial la filmografía del Santo), lo único que no toleraré! (como diría el judío), son los libros de Cuau Sánchez, para la depresión, prefiero escuchar a los «Hombres G».

    Shakespeare Sister

    -Compra discos de Paul McCartney para ayudarlo
  • lo del santo es buena idea

    rojo1

    -Presidente de la asociación de traductores de películas.
  • He regalado pocas cosas. Solo he regalado a una chava que me gusta mucho un taz, dice que le encanta y creo que le gusto ese regalo. Bueno ahi esta una parte de mi cariño hacia ella.

    pesto

    -Vendedor de Avon, casa por casa
  • He regalado pocas cosas. Solo he regalado a una chava que me gusta mucho un taz, dice que le encanta y creo que le gusto ese regalo. Bueno ahi esta una parte de mi cariño hacia ella. Se llama Karina.

    pesto

    -Cazador de chupacabras
  • Solo he regalado un pequeño taz a una chava que me encanta, y creo que le gusto mi regalo.
    Con el simple hecho de que no me lo devolviera fue suficienta para sentirme en las nubes. Me hace sentir muy bien.

    pesto

    -Muerto en 1996. Se sigue comunicando a través de la Ouija
  • Lo peor es cuando eres chava y te regalan peluches de lo mas cursis…se siente muy feo tirarlos, pero ni en el closet tienen cupo. =0( lastima x los q gastan sus dineritos en ellos, jajaja.

    heiden

    -Descifrador profesional de acertijos
  • Yo prefiero decir que soy alérgica a los peluches JAJAJA aunque sí me he quedado con algunos pequeños para cuando vienen mis sobrinos. Y respecto a las películas del Santo, quién las tiene?

    Tilinga linga

    -Verdugo de la razón