Platicando con Phineas y Shakespeare Sister la otra noche, recordábamos con añoranza aquellos días de gloria en que Catholic Girl se daba tiempo para entrar a la página cada 2 horas a condenar y maldecir nuestras almas, o cuando la inteligencia indomable de Pablo, con sus agudos comentarios y analogías sobre homosexuales nos recordaba cada 40 minutos lo incultos que solíamos ser, o cuando los neonazi prietos y chaparros de Guanajuato hacían gala de su inteligencia lanzando consignas contra los judíos negros y pobres de México, o incluso aún recuerdo con cariño especial cuando “El Maestro” me reprendía por expresarme mal de sus colegas que se daban a la noble tarea de acuchillarse y ensuciar el zócalo de la ciudad de México en lugar de enseñar a la niñez mexicana y me reprochaba mis ataques “leves pero constantes” contra los trabajadores de la educación.
Tristemente esos días…
Continua con la tortura…