Resumen de la semana o «el 10% de esta página»

En un avión hay tres políticos, un brasileño, un estadounidense y un mexicano (nunca pueden faltar en estos chistes). De repente, una de las turbinas del avión se incendia. El político estadounidense reza para que la otra no se incendie, pero igual se incendia. Los pilotos agarran los únicos paracaídas que habían y saltan. Entonces el político estadounidense reza de nuevo y le pide a Dios que por algún milagro lo salve. Luego salta y se estrella contra el piso. El político brasileño también reza y luego salta, pero igual se mata. Entonces el político mexicano le reza a Dios: – Señor, se que tu me vas a salvar, no dejarías que el mejor de tus fieles muera. Salta y justo cuando estaba por estrellarse contra el piso, se abren las nubes y una mano gigante lo agarra. A este lo mato YO! , no se por que me acorde que el octogenario George Bush (padre) que celebró su cumpleaños número 80 saltando de un paracaídas.

Estaban George W. Bush y Collin Powell sentados en un bar, cuando entonces entra un tipo y le pregunta al barman: -Esos no son Bush y Powell? A lo que el barman le dice:
-Sí, son ellos. Entonces el tipo se les acerca y los saluda:-Hola, ¿que hacen muchachos?
Bush le contesta: -Estamos planeando la 3ra Guerra Mundial Y el tipo les dice:
-¿En serio? ¿y que es lo que va a pasar? A lo que Bush contesta:
-Bueno…esta vez vamos a matar a 10 millones de iraquíes y a un reparador de bicicletas.
Y el tipo asombrado exclama: -¡¡¡¿¿¿A un reparador de bicicletas???!!!
Entonces Bush se da vuelta, mira a Powell y le dice:-Viste que te dije…a nadie le importa los 10 millones de iraquíes.

Desde el más alto político estadounidense y hombre más poderoso del mundo…

Desde el más alto político estadounidense y hombre más poderoso del mundo (entiéndase George W. Bush) hasta el más humilde aprendiz de dictador (entiéndase Andrés Manuel López Obrador) todos tienen el mismo común denominador, se llegan a creer a tal grado sus propias mentiras que llega un momento que a pesar de que les expliquen con peras y manzanas que nunca hubo, no hay, ni habrá nexos entre Saddam Hussein y Al-Quaeda, o que la ciudadanía marcha por su propia voluntad y convicción de una mejor calidad de vida sin secuestros, asaltos violentos, asesinatos impunes, violaciones y una lista interminable de etcéteras, los siempre bien intencionados políticos se basan en espejismos formados por ellos mismos para desmentir a quienes según ellos están fraguando complots en contra de su persona, ni hablar sucede hasta en las mejores democracias.

Y en temas más locales (entiéndase Monterrey) pues seguimos con la voz alzada de la comunidad gay que “exigen” que se legalicen los matrimonios entre las mismas personas, a la usanza de las civilizaciones mas liberales, sin embargo las razones que exponen son a la usanza de las civilizaciones más retrasadas, ya que basan su propuesta en el hecho de que –según ellos- en el estado el 10% de la población son gays, lesbianas, bisexuales o transgénero, y por ende el 10% del poder legislativo, diputados y empleados del gobierno tienen esas características, por lo tento esperan que es 10% que se encuentra en el poder, muevan la balanza a su favor, entonces tenemos que si seguimos basándonos en ese razonamiento tendremos por ejemplo que en casa de Phineas el 10% de sus habitantes es gay (para mi que es Basker Jr, ya decia yo que tanta delicadeza para un cachorro de 2 meses estaba medio rara), o que el 10% de los escritores de esta pagina es gay (como unico hombre soltero que soy ¿adivinen a quien voltearan a ver Phineas y Shakespeare Sister?), o que en mi oficina (en donde estoy solo) el 10% es gay (mientras no sea la parte que todos se imaginan no hay problema) pero,…¿de verdad creerán que en Monterrey ya exista una cultura de tolerancia?, cuando todos los días vemos mujeres golpeadas y niños asesinados por sus propios padres, no se desestima el valor de la propuesta, pero seamos realistas con nuestra situación, en fin, mientras tanto estamos a la expectativa de que organizaciones como Retro Juvenil (perdón quise decir “Reto”) o Pro Vida encabezadas por el prominente señor Serrano Limón nos defiendan de tan abominables propuestas, ¡¡¡las cosas que suceden por acá!!!!, y hablando de estadísticas me despido con este chascarrillo al más puro estilo del maestro de la comedia mexicana Alfonso Zayas (cuanta finura).

La semana pasada llevé a cenar a unos amigos a un restaurante y noté que el mozo que nos atendía llevaba una cuchara en el bolsillo de su camisa, me pareció algo extraño pero lo tomé como algo casual. Sin embargo, cuando el encargado de mesa nos trajo el agua y los cubiertos, pude notar que él también tenía una cuchara en el bolsillo de su camisa. Miré entonces alrededor del salón y vi que todos los mozos, mozas, encargados, etc, llevaban una cuchara en sus bolsillos. Cuando el mozo regresó a tomar el pedido le pregunté: «¿Por qué la cuchara?». «Bueno», explicó, » los dueños del restaurante contrataron a una consultora , expertos en eficiencia, con el objeto de revisar todos nuestros procesos. Después de muchos meses de análisis estadísticos, ellos concluyeron que a los clientes se les caía la cuchara un 73% más frecuentemente que los otros cubiertos.

Eso representa una frecuencia de caídas de 3 cucharas por hora y mesa. Si nuestro personal se prepara para cubrir esa contingencia, podríamos reducir el número de viajes a la cocina y así ahorrar 1.5 horas/hombre por turno». En el momento que terminamos de hablar, un sonido metálico se escuchó en la mesa de detrás. Rápidamente, el mozo reemplazó la cuchara caída por la que llevaba en el bolsillo y dijo: «Tomaré otra cuchara cuando vaya a la cocina en lugar de hacer un viaje extra para buscarla ahora».

Yo estaba realmente impresionado. El mozo continuó tomando nuestro pedido. Mientras mis invitados ordenaban, continué observando a mi alrededor. Fue entonces cuando observé, de reojo, una fina cuerda colgando de la bragueta del mozo. Rápidamente, recorrí con la mirada el salón para asegurarme que todos los mozos llevaban la misma cuerda negra colgando de sus braguetas.
Mi curiosidad fue mayor entonces y, antes que se retirara, pregunté al mozo: «Perdóneme, pero … ¿por qué tiene esa cuerda justo ahí?».
«¡Oh, sí !» contestó, y comenzó a hablar en un tono más bajo. «No mucha gente es tan observadora como usted», me dijo, y continuó: «esa consultora de eficiencia de la cual le hablé, encontró que nosotros también podíamos ahorrar tiempo en el baño».
«¿Cómo es eso?» agregué. «Vea», me dijo. «atando este hilo fino a la punta de…, usted ya sabe, podemos sacarla sobre el inodoro sin tocarnos, y de esa forma eliminar la necesidad de lavarnos las manos, acortando el tiempo consumido en el baño en un 84%».
«Qué bien», dije, «eso tiene sentido pero… si la cuerda le ayuda a sacarla… ¿cómo la vuelve a guardar?». «Bueno», susurró, «yo no sé cómo hacen los otros…, pero yo uso la cuchara «. (¡Plop!)

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