Lo puse en el tag, pero como ya se recorrió mucho, mejor lo pongo aquí: Me quedan todavía 5 cuentas de Gmail. Así que el que quiera, que me envie un correo para mandarles la invitación.

Como todos ustedes bien lo saben, soy un apasionado del estudio del comportamiento humano y sin lugar a dudas he encontrado que el cine es un área de estudio fascinante, ya que el ambiente de magia y fantasía que rodea a toda sala cinematográfica, es el lugar propicio para que salgan a flote los mas ocultos deseos y anhelos de los pobres diablos que gustan de olvidar lo miserable que son sus vidas, sumergiéndose por un par de horas en la vida de alguien más, estudiaremos algunos casos, los más comúnmente observados en casi cualquier sala de cine.
Continua con la tortura…

Nota del Cazacadenas:
(Con la finura, elegancia, buen gusto y distinción que me caracteriza, voy a actuar esta vez como editor y censor honorario en esta página.)

Con la finura, elegancia, buen gusto y distinción que nos caracteriza, (Lo siento, no considero esta frase apegada a la realidad), aquí en el Phineas, nos hemos dado a la tarea, caro lector, de darte a conocer algunos tips sobre Urbanidad y buenas maneras (algunos tips, son retomados del libro «Urbanidad y Buenas Maneras» de Orlando Geler). (No se sientan mal si no saben quién es Orlando Geler, aún Dios en su omnipotencia ha de batallar para reconocerlo) Esto para que sigas siendo una finísima persona o para que ultimadamente, salgas de la guarréz en que te encuentras. Esta es la primera entrega. (…y hablando de Orlando Geler, ¡¿A qué no saben que música oye la gente del Phineas cuando escriben sus posts?! Bueno, escuchen lo que encontré en sus máquinas…! Cabe mencionar que hace tiempo fui a una de sus juntas y querían obligarme a bailar al son de la mentada melodía)
Continua con la tortura…

Llega septiembre, el mes de la patria y con ello se nos hincha el corazón y a veces hasta algo más abajo para hacer lo que se nos de nuestra regalada gana, todo,… claro esta, en pos de un nacionalismo que siempre se exaltará al calor de los licores en las cantinas y antros decorados de forma tan fina como lo es el papel de china en sus tres hermosos colores, verde, blanco y rojo, los colores de nuestro lábaro patrio. Septiembre es un mes en el cual el comportamiento de los nacionales sufre una mutación bastante notoria, por que personas que generalmente se la pasan hablando de sus viajes al extranjero (generalmente a la frontera de Estados Unidos) y desairando a todo lo que huela a “México”, en septiembre le llega la hormona del nacionalismo y son capaces de hacer casi cualquier cosa por que es “el mes de la patria”.

El primer destello de cobre que le brota al nacional…
Continua con la tortura…

Una de las cosas que más recuerdo de cuando era niño, eran mis tardes frente al televisor. Cada día mi madre me sentaba frente a este maravilloso invento y ahí solía quedarme hasta mi hora de dormir, es más, (y yo se que este no es momento para confesarlo) cuando aprendía a hacer del baño en bacinica, debía estar sentado frente al televisor para no perderme las caricaturas de scooby-doo. Por suerte, he podido superar esta odiosa costumbre hace 6 mes….hace ya bastantes años.

Por supuesto, Shakespeare Sister ya ha tratado con anterioridad este tema, (el de la televisión del pasado, no del aprendizaje en bacinicas) así que ¿porqué no hablamos ahora de la publicidad de antaño? ¡Que recuerdos! que días aquellos cuando la publicidad era hecha por grandes maestros, por gigantes de la comunicación, ver anuncios era todo un placer.

¿Cómo olvidar los anuncios de la primera bebida dietética “Tab”, o de la cerveza “Brisa”? Antes los anuncios de Carta Blanca te presentaban a Mar Castro, actriz de sorprendente talento histriónico, mejor conocida como la “Chiquitibum”. Ahora los anuncios de esa misma marca te presentan a una runfla de rancheros bigotones asando carne, o en alguna cantina riéndose como bestias enajenadas.

No cabe duda que la publicidad de antes se hacía con toda la mano, sin escatimar talento, ni presupuestos. Y para que vean que no exagero, me gustaría presentarles una pequeña selección de anuncios del ayer para que juzguen por ustedes mismos…
Continua con la tortura…

Hay quienes dicen que “el saber compromete” y bueno, esto hace una clara referencia al hecho de que, por ejemplo, si yo sé que cuando tomo, pierdo reflejos y al perder dichos reflejos no estoy apto para manejar, pues en teoría no debería tomar cuando voy a manejar, o no manejar cuando he tomado, por que como ser pensante que soy, sé cuales serian los posibles escenarios que pudieran desencadenar mis acciones; quiere decir que si yo estoy consciente y aun así lo hago, pues estoy doblemente comprometido en caso de alguna tragedia, bien hasta ahí. Creo que todo tiene cierto sentido, al menos para mi, pero me pongo a pensar: a lo mejor hay en el mundo tanta gente que anda suelta sin saber cual es su condición, y es por eso que hay tantas y tantas barbaridades, como ejemplo se me ocurre que cuando vamos manejando y de repente un camión urbano nos cierra el paso, sin poner luces direccionales o sin que el chofer de perdido saque la mano para avisarnos que se va a cambiar de carril, ahí es cuando pensamos o decimos para nosotros mismos: “¡es un perfecto imbécil!” , y claro que lo es, no cabe la menor duda, pero quizás él no tenga la culpa, quizás él no sabe que es un perfecto imbécil, por lo tanto no tiene ningún tipo de responsabilidad moral y mucho menos algún tipo de remordimiento por manejar como lo hace, ¿o alguien le habrá enviado algún memorando para notificarle al individuo su condición de imbécil?, de no ser así, el chofer en cuestión esta exonerado de toda culpa, puesto que no tiene conocimiento de su peculiar situación.
Continua con la tortura…