La risa en vacaciones 2

IV.- Marinero que se fue a la mar, a ver que podía ver.

Después de la resaca que me provoco la cerveza Corona (no acostumbro tomarla mucho aquí en Monterrey) y la resaca emocional de no haber cantado mano a mano con Napoleón, tenia reservaciones para el yate “El Vagabundo” todo estaba listo,…a las 9 de la mañana salíamos rumbo a Yalepa y Pizota, dos regiones de Puerto Vallarta a las cuales únicamente se tiene acceso por via marítima, Yalepa es una población de aproximadamente 2,000 habitantes, en donde su principal atractivo es una caída de agua de 35 metros de altura, así como unas artesanías de una madera llamada “palo de rosa” y un exquisito pay de coco, estuvimos aproximadamente 1 hora en Yalepa, y salimos a Pizota, que se encuentra a 25 minutos de donde estábamos, Pizota es un pueblo de pescadores con apenas 80 pobladores, es un pueblo con una increíble playa y abundante vegetación tropical, a donde aun no llega la luz eléctrica, inexplicablemente ya había llegado a Pizota un “comprador” para las tierras de Gregorio (un pescador que se negaba a vender su propiedad) , me explico el guía que estaban tratando de concesionar ese pueblo y poner infraestructura para “beneficiar” a la gente del lugar, pero ofreciendo 1 millón y medio por un terreno en un lugar así,…¿yo no veo como puede salir beneficiada la gente?,…si yo tuviera un terreno en ese pueblo lo mínimo que pediría serian unos 20 millones de pesos y en efectivo, es una pena que siempre haya gente queriéndose aprovechar de la ignorancia y de la buena voluntad de la gente más humilde, espero que Gregorio no les venda nada.

Pero sin duda lo mas increíble fue conocer a Don Poncho, quien es uno de los hombres mas viejos de México y el mundo,….tiene 117 años, nació en 1886 y es el ciudadano mas popular del pueblo,…y con razón!,…nunca se casó ni tuvo hijos (ahora me explico, sin esposa, sin hijos que mantener y en un paraíso tropical yo creo que yo me aventaba por lo menos unos 125 años), es un hombre que por si solo se traslada a pie de su casa ubicada en el pueblo a la playa, la verdad es impresionante verlo en persona, con todo el respeto que me merece y a manera de analogía, la experiencia la considero como si hubiera conocido al mismísimo Yoda.

El único “pero” que le puse a ese viaje fue la música disco setentera que amenizó (por no decir amenazó) la mayor parte del viaje, ¿será que Abba o los Bee Gees nunca fueron de mi total agrado? pero en general fue un paseo agradable.

V.- Bring the boys back home.

El penúltimo día lo aproveche para ir de compras al centro (es decir, no fui a la playa), al fin y al cabo (que según yo) la mañana del ultimo día la aprovecharía para ir a la playa a tomar el sol, ya que las mañanas eran muy soleadas (segundo grave error, nunca debes de desafiar las leyes universales del clima) el ultimo día amaneció lloviendo igual que la primera noche que llegamos a Vallarta, y no me quedo mas remedio que bajar a desayunar, y volver a la habitación a ver “Ned & Stacey” (que yo pensé que ya nunca los pasaban en ningún canal del mundo) y un programa especial del Discovery Chanel sobre la fascinante vida de los cocodrilos y sus técnicas para calentar su cuerpo en el pantano, bajamos al Lobby del hotel y nos dirigimos al escritorio en donde estaba ubicado el agente de nuestra agencia, y nos informó que él salía de su turno a las 13:00 hrs., pero que el transporte que nos llevaría al aeropuerto llegaría a las 13:30 hrs. (total, de no ser así él no estaría ahí para solucionarlo) y efectivamente así fue (¿recuerdan las leyes de Murphy?), el transporte no llego y tuvimos que pedir un taxi, una vez a punto de tomar el vehículo que nos llevaría de la sala de espera del aeropuerto hasta el avión, veo con terror que el interprete de “la pesera del amor” estaba a punto de tomar el mismo vuelo en el que yo regresaba, y nuevamente “las leyes de la perversión de la cercanía de las personas repugnantes” hicieron acto de aparición, esta vez no solo tuve que escuchar que entonaba la melodía durante el trayecto en el vehículo terrestre que nos trasladaba hasta el avión, sino que tuve la desgracia que tenerlo en el asiento de atrás y para deleite mío, siguió cantando a discreción el resto del vuelo esta inolvidable estrofa, hasta que por fin el avión aterrizo en Monterrey.

VI.- Conclusiones

1.- Nunca vi que ninguna vaca llegara al aeropuerto de Puerto Vallarta, y eso me hace deducir que es cierto el viejo y conocido refrán que dice “si las vacas volaran,…”
o que quizás si llegan por avión pero a diferencia de los humanos plebeyos las vacas llegan a una sala VIP y no las transportan en peseras del avión hasta el aeropuerto.

2.- La aftosa es una enfermedad exclusiva del ganado vacuno, el ser humano no se puede contagiar por comer carne de res infectada con esta enfermedad, en el peor de los casos solo puede ser portador pasivo del virus, y únicamente representaría un serio problema de contagio en el remoto caso de que una vaca se comiera al portador pasivo (ser humano). Nota de Phineas: O que el portador accidentalmente confunda a la vaca con la mujer más sexy del mundo y viendola desnuda se le antoje…)

3.-El grado de repulsión que te provoque una persona es directamente proporcional a la cercanía a la que esta persona se ubique con respecto a ti, y a mayor repulsión,…mayor cercanía.

4.- Por motivos misteriosos y que siempre permanecerán ocultos, nunca va a llover a menos que realmente no necesites que llueva, y si tu pretendieras “engañar” a las fuerzas cósmicas del orden universal fingiendo que no te afecta de manera significativa el hecho de que este lloviendo, esto no afectara el estado del clima a tu favor, y siempre y en todos los casos te resultara inoportuno para la actividad que desees o planees hacer.

5.- No existe desempleo en las playas de México, y si acaso existiera, este no afecta de manera significativa la situación de los taxistas, ya que entre ellos siempre hay una sana competencia por ver quien se lleva a los clientes potenciales, el chofer 1 siempre pretenderá que los lleve el chofer 2 y así viceversa.

6.- Y por ultimo, la lección mas valiosa de todas,…”nada me llevare cuando me vaya”…y mas si me voy a dormir una siesta para reponer energías para tocar mano a mano con Napoleón en un “unplugged” a la orilla del mar, después de haber tomado algunas cervezas.Nota de Phineas: A lo cual creemos que Napoleón fue el más beneficiado)

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