Así es amable lector,…he regresado a la vida pública y te presento el primero de una serie varios articulos de las crónicas que viví durante mis vacaciones,…asi que al ritmo del «pasito tun tun,…pasito tun tun» disponte a leer estas lineas que de manera especial comparto contigo,…

I.- I’m leaving on a jet plane,…and I don’t know if I’ll be back again.

Este año otra vez me dieron ganas de ir a Hawaii,…no es que ya hubiera ido en años anteriores, si no que ya me habían dado ganas de ir a Hawai en años anteriores, y este año me volvieron a dar ganas de ir, pero bueno, mejor hay que consumir lo nacional y sin más ni más en compañía de la familia partimos rumbo a Puerto Vallarta. Después de pasar por el aeropuerto de Monterrey y volar hasta las paradisíacas playas de Puerto Vallarta, lo primero que veo al bajar del avión, es que a diferencia del aeropuerto de Monterrey que bajas por un túnel directo a una sala del aeropuerto, en el aeropuerto de Puerto Vallarta bajas en medio de la pista de aterrizaje y hay una especie de camión que te transporta ahora si a una sala del aeropuerto, así es que procedimos a abordar este vehículo y una vez arriba, el amable parroquiano que iba atrás de un servidor, víctima de la fiebre tropical se dispone a cantar para deleite de todos los pasajeros que íbamos viajando en este vehículo las estrofas de “la pesera del amor” ,….”simpático” pensé en primera instancia, pero no conforme con haber causado la risa de sus dos patiños por los cuales se hacia acompañar, y los cuales festejaban “tan buena puntada” (y tan original!) el individuo decide que es oportuno amenizar (por el resto de nuestros 10 minutos en el vehículo) con la misma frase hasta que bajamos en la sala en donde tendríamos que esperar nuestros equipajes.

Una vez en la sala del aeropuerto me topo con que en este internacional destino, ya se toman medidas para prevenir el SARS (o la neumonía atípica) y dichas medidas consisten en pegar volantes a la llegada de tal forma que los pasajeros que vamos llegando podemos leer cuales son los síntomas y si acaso llegamos a tener alguno de estos síntomas que nos mencionan, pues nos invitan a que vayamos el IMSS a pasar la semana de vacaciones encerrados en una clínica en lugar de ir a nuestro hotel,…no se que tan efectivo les haya resultado, pero bueno cada quien hace su lucha, sin embargo de este tipo de publicidad ya tenia conocimiento, así que no me tomó de sorpresa, lo que si me sorprendió fue la publicidad para erradicar «LA AFTOSA» (dar click aquí para importante información),…¿pero que es la aftosa?,…a pues muy sencillo; es una enfermedad muy contagiosa, de rápida transmisión, que causa perdidas millonarias, y entre sus principales síntomas se cuentan ampulas en la boca, las patas y las ubres, abundante baba y cojera,…conozco gente así,…sin embargo se referían (por si no lo habían notado) a una enfermedad del ganado vacuno, digo por si alguna persona llevara a su vaca a Puerto Vallarta a vacacionar, tuviera alguna forma de saber si su mascota esta infectada con esta terrible enfermedad, ni hablar,…uno nunca sabe, a partir de ese momento tenia la ligera sospecha de que mis vacaciones serian peculiares.
Continua con la tortura…

Si ahora mismo me estás leyendo –queridísimo lector, lectora- eso significa que al igual que yo; por lo menos sabes escribir. Esto, gracias a que en nuestros años más tiernos fuimos a la escuela; que a final de cuentas, en mi muy humilde opinión, no sirve de gran cosa, aunque sea muy divertida. En la escuela, uno aprende a socializar con los niños, que en su mayoría y casi siempre, son una plaga del Apocalipsis. Recuerdo varios compañeritos memorables: uno de ellos tenía la fijación de andar besando a las niñas a la fuerza, otro que gustaba de comerse el “Priit”, otro más que cantaba a todo pulmón “Capullito de Alelí”, una niña llamada Rosita, que estaba convencida de que en el baño de las niñas, habitaba “La Muñeca” que al parecer era un engendro de Satanás que asustaba a las niñas mientras hacían sus necesidades. Otro compañerito memorable, era Rodriguito, que era el que robaba los suspiros de todas las niñas del salón….era rubio y de ojos azules. Rodriguito ha de ser ahora un gordo padre de familia que ve el fut-bol los Domingos y que bebe caguamas….dónde estás, Rodriguito?…
Continua con la tortura…

Cuando era yo más joven y más bella, se rumoraba que las mujeres eran un ser etéreo, sumiso, lleno de bondad y que acataba con devoción cada una de las instrucciones del marido por más absurdas que éstas fueran, no le hace que esto implicara ser humillada públicamente o que en ello se jugara la vida. Si busco en los archivos de mi memoria, el resumen de todas éstas cualidades (o defectos, según se mire), lo encuentro en mis finadas abuelas que nacieron a principios del siglo pasado y que vivieron convencidas de que las mujeres “calladitas se ven más bonitas” (huelga decir que esto es muy cierto en algunos casos), de que los hijos hombres jamás deben meterse a la cocina más que para que se les sirva de comer, no le hace que hallan llegado borrachos, que sean las 3:30 de la madrugada y que se les hayan antojado unos chilaquiles verdes con harto chile de árbol. Que las mujeres no estudian una carrera porque la escuela es para los hombres, que son la cabeza de la familia, que la mujer debe quedarse en la casa cuidando a los niños y que jamás, bajo ninguna circunstancia, debía contrariar a su marido porque se le secaba el hocico.
Continua con la tortura…