Amable lector, quisiera contarte que la noche de fin de año la pasamos en el bar de un Hotel 5 estrellas en Dubai, bebiendo martinis secos, escuchando en vivo a Tom Jones y reflexionando sobre temas tan fascinantes como el asombroso rito de apareamiento del manatí del océano báltico, sobre fundar una asociación para proteger a los conejos teporingos que están al borde de la extinción, sobre la decadencia en el mundo de la moda en donde todos son “fashion wannabes”, sobre a qué artista plástico en turno, elegiríamos para ser sus mecenas y sobre la exquisita belleza de porcelana de Hugo Chávez…
Continua con la tortura…
RadioPhineas – Podcast No. 5. Especial de Navidad y Año Nuevo
La verdadera verdad de Pinball Wizard, Shakespeare´s Sister y Phineas se revela truculentamente en este podcast especial de una hora y 15 minutos!
Nuestros protagonistas son sometidos a llamadas del público y chismógrafos pueriles en donde usted podrá atestiguar que:
- Pinball Wizard se rasca la cola al despertarse
- A Phineas le bajaron los calzones en primaria
- Shakespeare´s Sister sueña con vivir en una montaña
Esto y mucho, mucho más en nuestro podcast de navidad y año nuevo.
Versión On-line
[audio:https://www.elphineas.com/wp-content/podcast/podcast_05.mp3]
Versión para bajar
Como parte de esta celebración, quisimos de una vez por todas dar a conocer nuestros esplendorosos rostros. Para eso tuvimos que buscar en nuestros archivos alguna foto en dónde salieramos los 3; sólo encontramos esta de hace varios años, tomada en un retiro espiritual, cuando los tres formabamos parte de un grupo parroquial.
(De izq a der.) Shakespeare´s Sister, Pinball Wizard y Phineas. En aquellos años SS usaba su cabellera de color negro, ahora la usa de color rojo; Pinball Wizard utiliza una camiseta del América no porque fuera fan, sino porque fue un regalo de un padre y Phineas con algunos kilos menos y sin lentes.
Las joyas navideñas de la familia
18:45 hrs.
– ¿Vas a llegar temprano?, necesito que hablemos antes de irnos a la cena.
– Creo que si, pero si acaso ves que me tardo por favor empieza sin mí.
21:05 hrs.
– ¡Tío…tío!, mira lo que me cayó en la cabeza ¿es un copo de nieve?
– ¿Eh?, no a ver…es caca de paloma, pequeño mentecato, aléjate de mi.
22:12 hrs.
– Ve con tu tío Pinball que te va a explicar el significado de la navidad
– Ten quinientos pesos y déjame tranquilo.
23:37 hrs.
– Ten pequeña enajenada consumista, cómo no encontré ningún eunuco en las jugueterías yo mismo te hice uno con tu muñeco Pepito.
– Pero tío, yo quería un ‘nenuco’, los venden el Liverpool.
Cosas detestables de las posadas III (Crónica)
Pues con la novedad de que el pasado viernes fui a la –ya tradicional- posada “del’oficina” estas posadas tienen dos principales e inequívocas características que las hacen irrepetibles (por lo menos durante el año), la primera es la lambisconería y la segunda es el acoso sexual desmedido hacia quien se deje. Ambas nos dejan –a nosotros, la gente bien- la tranquilidad de sabernos civilizados por siempre salir airosos de estas vulgares fiestas de arrabal que aquí en México les llamamos posadas.
Cómo ustedes ya se habrán imaginado, su detestable servidor se negó rotundamente a participar en el intercambio de regalos (¿Qué clase de Gurú seria yo si no predicara con el ejemplo mis pequeños saltamontes?, en agradecimiento hacía mi persona besen sus monitores ahora mismo, gracias) argumentando a favor de mi posición que no estaba interesado en recibir cómo regalo la discográfica completa de K-Paz de la sierra. No, gracias.
Cosas detestables de las posadas II
Cosa detestable número dos: el espíritu de fraternidad
¡Ya en serio, de verdad!, ¿creen que a toda la gente nos encanta que nos estén abrazando a toda hora del día?, ¿Qué clase de estimulación experimentan al frotar sus cachetes porosos con los de alguna otra persona en ese extraño ritual antropológico de reconocimiento de las sub especies llamado ‘abrazo’?, ¡por favor, seamos honestos!, ¿Cuál es el siguiente paso en su involución?, ¿oler los genitales de sus congéneres?, ¿orinar el sofá en donde se piensan aplastar el resto de la noche para marcar su territorio? por favor, ¡evolucionen!, exijo compostura y trato digno, aunque sea nomás para mi.
Hay especies sub desarrolladas que tienen un aspecto muy similar al humano que han sido expuestas en demasía a los anuncios navideños de Televisa (o televisión rural, cómo le digo yo de cariño) y creen que la –ya de por si detestable- navidad es la época en que todo el mundo pasa el día entero alrededor de un pino abriendo regalos con una bufanda amarrada al cuello, cantando villancicos y que solamente están a la espera de ver quien es el (o la) siguiente en entrar por la puerta para correr a abrazarlo y que dicha persona responda con la misma euforia por obra del espíritu navideño, aunque los otros once meses del año ni siquiera se den los ‘buenos días’. Que nefasto.
Cosas detestables de las posadas
Cosa detestable número uno: los intercambios de regalos.
La gente ordinaria tiene la mal sana costumbre –no de hacer, sino de organizar – intercambio de regalos, hago la aclaración que no es lo mismo “hacer” que “organizar” por que me parece apropiado aclarar que quienes se levantan de entre la masa inerte de inadaptados sociales que todo el año esperan ansiosos la posada de (insertar aquí: el trabajo, la oficina, los vecinos, la familia) son principalmente los seres que más carecen de esa cosita loca llamada amor, por lo tanto al saberse solos en el mundo (y con justa razón) gustan de engañarse a sí mismos pensando que alguien más, quiera que este sea, les está haciendo un regalo con motivo de las fiestas decembrinas. Nosotros (la gente bien) obviamente no necesitamos de hacer estas sucias maniobras para obtener regalos en estas fechas, ¡habráse visto semejante vulgaridad!
Me di a la ardua y asquerosa tarea de observar al organizador en turno de la detestable posada de la oficina y efectivamente, mi teoría resultó cierta, ya que bajo argumentos tan viles cómo: “Hay que fomentar el espíritu navideño”, “Es una oportunidad para conocer más a la demás gente” y cosas por el estilo este tipo de personas (por llamarlas de alguna forma) logran convencer a la gran mayoría de que el intercambio de regalos es una buena idea para llevar a cabo en la –ya de por sí- detestable posada en turno.
Cold Turkey
¿Le preocupa a Ud. la actual situación del mundo?
O vamos a morir o vamos a vivir. Si vamos a morir nos tendremos que hacer la idea y si vamos a vivir, tendremos que enfrentarnos con el hecho de estar vivos. Así que preocuparse por si se va a derrumbar la bolsa o si el Apocalipisis va a caer sobre nosotros bajo la forma de una gran bestia, no nos va a hacer mucho bien en la vida cotidiana.
¿Entonces que propone Ud.?
Mire, yo hablo a la gente que ha pasado por lo mismo que hemos pasado nosotros, los grupos de los sesenta que hemos sobrevivido… que hemos sobrevivido a la guerra, a las drogas, a la política, a la violencia en las calles. A ellos yo hablo; a las mujeres, pues mi canción a Yoko (Woman) es para todas las mujeres. Lo que nos mostraron los sesenta fueron las posibilidades que había y la responsabilidad que teníamos todos. Aquello no era la respuesta. Posiblemente en los ochenta todos diremos: bueno, vamos a volver a proyectar el lado positivo de la vida.
Algunos días son mejores que otros
Todos los viernes inician cómo siempre, desde el jueves por la tarde o por la noche, con la angustia de saber que se me viene el viernes encima cómo lo que es, el día más detestable de la semana, el día en que todas las personas parecen estar felices, menos yo, ¿la razón?, ninguna en particular, salvo que todos y cada uno de mis viernes son particularmente odiosos, no le hace que sea el inicio del fin de semana, que sea el ultimo día laboral o que ya se haya terminado la semana, todo es lo mismo. Siempre son días horrendos.
Todos los viernes invariablemente se me olvida que he preparado café y lo dejo en la cocina, se me hace tarde en el tráfico de la ciudad, se terminan los lugares del estacionamiento, se descompone el elevador, no funciona el aire acondicionado de la oficina, se inhibe la computadora, se cae la red durante todo el día y regresa justo cinco minutos antes de la hora en que se supone que debo de estar yéndome a casa, cómo una broma macabra que me obliga a quedarme tarde en la oficina a terminar los pendientes que no pude hacer en todo el día, cómo si no hubiera tenido suficiente.
La magia de David Copperfield
Lo más seguro es que a diario reciban cadenas. Correos con historias inverosímiles, pensamientos positivos, mensajes de superación, en fin; toda una galaxia estupideces y tiempo desperdiciado. Pero sin duda, también reciben cadenas en formato «PowerPoint» aún más molestas que las cadenas de texto, porque aparte de quitarnos el tiempo, nos quitan espacio en nuestros buzones de correo.
Hace días recibí una de esas nefastas presentaciones llamada «La magia de David Copperfield». Seguramente la conocen. El clásico y estúpido jueguito de cartas. Por más increíble que pueda parecer, este correo me lo envió un amigo profesionista y con un nivel cultural por encima de lo normal. Al parecer, realmente creyó que David Copperfield si podía leer sus pensamientos y asustado reenvió el correo a todos sus contactos. Cuando le pregunté el porqué había caído tan fácil me contestó: «Es que hice la prueba 15 veces y en todas David Copperfield adivinó mi carta».
Pues bien. Para todas aquellas pobres almas que sufren con estos correos, hemos creado una versión alternativa a la presentación de «David Copperfield», aún más idiota y molesta que la original, bastante útil para los que aún no sepan cuál es el truco, y para todos aquellos que la reciben a diario y quieran vengarse de sus «amigos» basta con responderles con esta presentación.
Y recuerden que ahora vivo en sus computadoras y puedo ver todo lo que piensan…
Ya llegó la navidad… y también la depresión
Vecina: ¡Buenos días vecino!
Pinball Wizard: Buenos días
V: Por fin sucedió
PW: ¿?
V: Enrique, mi marido…me dejó
PW: ¡Ah!…quizás se le hacia tarde para el trabajo…y por eso s..
V: ¡No!, me dejo para irse con otra mujer
PW: ¡Oh!, cuanto lo siento