Y es así como después de un largo peregrinaje a través de patrocinadores, mecenas y dominios raros, y después de casi dos años, hemos decidido adquirir nuestro propio dominio.

Ya casi está todo funcionando; comentarios, tags, slogans ridículos y hasta un padre echó agua bendita a las instalaciones. Pasen con confianza y disculpen el desorden, mucho agradeceremos que dejen sus tortas de huevo con chorizo en la entrada.

Para los que han tenido la amabilidad de ligarnos a sus sites y puedan cambiar la liga, se los agradeceremos eternamente, aunque pienso incluir un redireccionamiento desde simioterapia.

A todos, muchas gracias!

Estimados lectores, ha pasado poco más de un mes y medio sin tener noticias de un humilde servidor y debo confesar que muy probablemente por la paz espiritual que he encontrado en estos días santos, me he dado a la noble tarea de reportarme en este humilde blog. Pues bien empezaré por decir que inundado por todo ese bombardeo de baratijas cristianas, me entró el espíritu propio de las fechas, así que les propuse a Phineas y a Shakespeare Sister que realizáramos un “Vía Crucis” viviente para conmemorar tan memorable ocasión. Cabe decir que a todos nos pareció una excelente idea, el único problema era que todos queríamos ser romanos, por lo que terminamos como en tantas ocasiones sin poder ponernos de acuerdo en algo que parecía ser una buena idea y mejor optamos por ver la película de “The Passion” mientras escuchábamos la antología de La Banda del Recodo.

Como todos sabemos la semana santa es un período de meditación y de encuentro con uno mismo, esto me queda perfectamente claro y debo decir que incluso me agrada la idea, lo único malo de la semana santa, es que también es la temporada preferida de la gente pobre para salir de vacaciones, lo cuál provoca congestionamientos en las carreteras o en cualquier lugar en dónde normalmente se pudiera encontrar calma, pero bueno, dejemos de lado esta temporada espiritual y déjenme contarles que ha sido de mi vida durante este mes y medio que he estado alejado de ustedes, amables lectores.
Continua con la tortura…

Deben saber queridos amiguitos que desde que iniciamos esta página, nos hemos topado con personas francamente extrañas, por clasificarlas de alguna manera. Claro que no están ustedes para saberlo, pero hemos recibido enigmáticos mails como el siguiente:

“Quiero ser un pajarito”
Blanca M.

¿¿Quiero ser un pajarito?? Todavía si escribieran: “Hola Phineas, odio tu página, me provoca repulsión cada vez que intento leerla…¡ah! por cierto: quiero ser un pajarito” todo sería más claro para nosotros.

Y que platicarles de los comentarios…Sinceramente no sé si exista un premio a la página con más comentarios absurdos, porque de seguro ganábamos. Hay unos que nos provocan una tierna y piadosa sonrisa, como los que se encuentran en un post de PinballWizard llamado “Hombre, mujer o pescado”, una corta liga a una noticia sobre los metrosexuales y que ha recibido varios comentarios que preguntan si su pareja es homosexual, o como pueden saber si un amigo es homosexual, o dónde pueden encontrar a un homosexual, y no sólo eso; sino que exigen una pronta respuesta, como si nos tratáramos de un grupo de investigadores de la vida privada de los demás.

Hay otros como el de “orgullo criollo”, un mediocre post que intenta ridiculizar a una organización nazi mexicana del mismo nombre y que se ha convertido en un foro para neo-nazis mexicanos que lloran amargamente por la llegada del nuevo furher

Otro ejemplo más actual, es el caso del homenaje a Mauricio Garcés, que de pronto se convirtió en un foro privado para concursantes de una trivia sobre cine y que a la fecha lleva más de 150 comentarios.

Pero hay otros que nos causan miedo…mucho miedo…
Continua con la tortura…

En relación con nuestra interesantísima entrevista con un preparado científico acerca el fenómeno HERCOLUBUS, ese planeta caprichoso que piensa destruir a la tierra, han llegado diversas opiniones de informados y doctos lectores ansiosos por contarnos sus experiencias con este apasionante tema.

A continuación, una interesante entrevista con un gran Maestro en filosofía y renombrado científico. El Maestro es tan grande y sabio, que contestó a nuestra entrevista aún y cuando nosotros, por diversos problemas relacionados al tiempo, no pudimos enviarle las preguntas. (Es más: Contestó a la entrevista aún y cuando nosotros no sabíamos que lo ibamos a entrevistar) Aún así, hemos incluido nuestra parte y agregamos comentarios que ayudarán al lector promedio entender la profunda disertación de nuestro docto invitado.
Continua con la tortura…

La primera vez que vi a Mauricio Garcés en televisión, me provocó una impresión de la cuál todavía no me repongo. Esto es mucho decir si tomamos en cuenta que tenía yo la tierna edad de 9 añitos cuando le pregunté a mi madre:
-Mamá, quien es ese señor que les dice “Arrooozzz!” a las mujeres??- -Es Mauricio Garcés, hijita-

A partir de ese momento, perdí. Mauricio me dejó platónicamente enamorada para siempre. Recuerdo que cada vez que pasaban una película de él, mi mamá, entre risas y consternación (le serví de investigación de campo), me gritaba: -Correle! Está Mauricio en la tele!- Y allá voy yo, llena de júbilo con mi cuerpecito cimbrado de emoción y tirando en el camino a las “Barbies” que en ésos momentos gloriosos, carecían de todo interés y significado para mi. Ni ellas se interponían entre Garcés y esa pequeña creaturita que era yo. Mi mamá se me quedaba viendo perpleja, como pensando para sus adentros: -Ya la perdimos!-.
Continua con la tortura…

Confieso ser un un fóbico social. Mi enfermiza propensión a tratar de evitar el ridículo es tan grande como la alegre soltura con que OTROS lo buscan. A raíz de este problema, trato de evitar siempre el contacto con la gente; no me gusta ser el centro de atención y mi meta suprema es pasar siempre inadvertido en cualquier evento social.

El que me digan que tengo que dar una presentación es para mi un suplicio, me empiezan a sudar las manos, me mareo y me dan retorcijones, eso en el mejor de los caso; Vamos, si hasta cuando voy a un supermercado y una edecán trata de que pruebe una muestra del nuevo yogurt fortificado “La vaca contenta” es suficiente para que me haga el desentendido y la pase de largo sin voltear a verla. Esta condición me ha traído algunas experiencias, no necesariamente malas unas, e interesantemente buenas otras.
Continua con la tortura…