He´s a real nowhere man

Mi descubrimiento de The Beatles sucedió de forma tardía en comparación al resto de mis amigos quienes en su gran mayoría no los descubrieron, sino que crecieron escuchando sus canciones debido a que sus padres eran fanáticos del grupo, en mi caso aunque mi madre sabía de su existencia y de su trabajo musical no era fanática del grupo por lo que en mi casa nunca se escucharan durante mi niñez, menos aun con un padre cuyo principal orgullo era haber escapado de niño de un orfanato, trabajar muy duro desde pequeño, marchar en el ejercito para después estudiar por él mismo hasta graduarse y formar su familia, no era precisamente del tipo de “amor y paz”, de manera que la música no fue precisamente una herencia familiar.

Recuerdo haber visto la noticia por la TV de la muerte de Lennon, yo estaba en la sala de la casa de mi abuela y en ese gran televisor que más bien parecía una mesa de comedor o un librero, por su gran tamaño y la impresionante cantidad de madera de la que estaba hecha, salió la nota informativa, recuerdo haber gente visto llorando por todas partes y la música de fondo para acompañar aquellas imágenes, sin embargo no entendía bien quien porque y en que circunstancias había muerto, luego entonces, no pasaba nada pero todo el mundo estaba conmocionado inexplicablemente.

Siendo estas las condiciones de mi niñez, para mi The Beatles no existieron durante casi 15 años, hasta que cuando tratando de tocar la guitarra acústica ya me había convencido de que una guitarra de estas características solo podían ejecutarse de manera impecable el circulo de sol y el de do, pero nada más. Fue cuando escuché por primera vez “here comes the sun” y me dijeron que eran The Beatles e inmediatamente sentí curiosidad de saber cómo habían logrado que una guitarra acústica sonara tan bien, por lo que empecé a investigar por mi cuenta acerca de este grupo.

En estos años uno no tenía al alcance de la mano herramientas cómo el Internet, por lo que la labor de investigación era exponencialmente interesante y se basaba en cuatro puntos básicos: ir a escuchar discos a casa de Phineas (su padre es gran fan), escuchar por la radio los programas que existían dedicados al grupo, leer los dos libros que había disponibles en español y hablar del tema con otros aficionados a su música.

Durante mi época de preparatoria descubrí todos los discos, canciones, etapas, mensajes ocultos, conceptos, personajes y toda la mitología propia de la agrupación, todo aquel que cree conocer a esta grupo lo suficiente tiende a buscar a un consentido, en mi caso fue John Lennon ya que tenía todo, actitud, imagen, letras, armonía musical, tesitura de voz característica y gran interés por la experimentación.

Todo mundo habla de que el álbum con el que inició la revolución musical fue el de “Revolver” sin embargo, cómo antropólogo musical con especialización en Beatleología puedo afirmar categóricamente y sin temor a equivocarme que el primer eslabón de esta evolución lo encontramos en “Rubber Soul” el disco que le antecede, es más pudo inclusive ser un disco doble con más cohesión y continuidad que el propio (llamado) álbum blanco.

De “Rubber Soul” se ha dicho y escrito todo, para mi es sin lugar a duda el mejor disco, ya que tiene el balance perfecto entre la época melosa de la beatlemanía en cuanto a armonía de voces y la leve experimentación de quien busca sacar nuevos sonidos de manera tímida pero firme, un disco perfecto en todos los sentidos.

Aunque todas son excelentes canciones y es un disco para tocarse completo, la canción de “Nowhere Man” siempre tuvo algo que me hacía pensar que quizás John no se refería literalmente a un “hombre de ningún lugar” sino que más bien el título al leerse cómo era un juego de palabras que hablaba del Now-Here Man, es decir del hombre del aquí y ahora. Pero esta es una mera suposición mía, no me hagan mucho caso…o cómo quieran, ahí se los dejo de tarea, lo que sí es cierto es que tanto para mí cómo para muchas personas la música de Lennon sigue tan vigente aquí y ahora cómo lo estuvo hace casi cincuenta años.

Así que en el aniversario número setenta del nacimiento de este “Nowhere Man” le envío una sincera felicitación hasta donde quiera que esté.