El asesino Smith

Se encontraba un forastero en la cantina de un pueblo olvidado en medio del viejo oeste, apenas se acababa de acomodar en la barra y le pidió al cantinero que le sirviese un whisky doble, el cantinero con el recato propio de la ocasión se lo sirvió, el forastero apenas estaba a punto de darle un trago a su bebida cuando entra un joven corriendo a la cantina al mismo tiempo que gritaba asustado para advertir a la clientela del tugurio: “¡¡¡Ahí viene el asesino Smith!!!, ¡¡¡ahí viene el asesino Smith!!!”, los hombres del lugar uno a uno empezaron a salir corriendo despavoridos, mientras el forastero pensaba que era muy extraño que tantos hombres rudos y empistolados le temieran a un asesino, en eso el cantinero le advierte al extraño: “es mejor que se vaya amigo, el asesino Smith es un hombre sumamente violento y sanguinario”, el forastero tomó de un trago su vaso de whisky y le pidió en tono varonil al cantinero que le sirviera otro al tiempo que decía: “Mire amigo, yo de aquí no me voy sin antes ver cara a cara a ese tal asesino Smith”, no había terminado de decir esa frase cuando de repente se abren la puertas de la cantina y entra un tipo alto, de 2 metros y 60 centímetros, cabello rubio, de piel quemada y curtida por el sol, con 2 pistolas de cada lado, una carrillera llena de municiones, además tenia un cuchillo de medio metro en la bota y una escopeta colgada en la espalda, sin decir una sola palabra el gigante se acerca al forastero, quien debido a su estatura estando parado frente al corpulento hombre apenas y le llegaba a la altura de la genitalia.

El mal encarado le dice en tono intimidante al forastero al tiempo de que se desabrochaba el pantalón: “A ver forastero, límpiate bien la boca por que vas a darme placer oral”, el forastero se quedo paralizado ante tan imponente rival y no acertó a hacer otra cosa mas lo que el extraño vaquero gigante le decía, así pues, el forastero la hacia el favor al vaquero gigante cuando de repente este le dice: “A ver tu, apurarte”, el forastero se saca aquello de la boca e intimidado le pregunta al Hércules del viejo oeste: “¿Por qué lo dice señor?, ¿es que acaso no le esta gustando?”, y el hombre contesta con media sonrisa dibujada en el rostro: “si me gusta, pero apurate por que ahí viene el asesino Smith”. Poñoñoñoñoñoooon.

Si bien dice el refrán, “A río revuelto, ganancia de los pescadores”, todavía no empieza el año 2006 y ya estamos viendo nuevos video-escándalos, fortunas en cuentas bancarias ocultas, propiedades exuberantes de los servidores públicos , familiares en puestos privilegiados de gobierno, compras excesivas, tràfico de influencias, yo no me pregunto “¿Por qué?”, ya que de esa pregunta me sé muy bien la respuesta, yo mas bien me pregunto ¿Por qué hasta ahora?, ¿a poco nadie se dio cuenta de esto con anterioridad?, pero bueno, mejor sigamos viendo “Bailando por un sueño” y “RBD” , por que la realidad de la política mexicana es muy fea.

Llega la monja al convento nuevo a donde había sido transferida, en el pasillo se encontraba una estatua del santo patrón del convento, tallado en cantera rosa y cuando las monjas del convento pasaban frente a él, se agachaban y le decían reverentemente: “yo me ofrezco”, la nueva monja no hacia mas que mirar pero se mostraba renuente a llevar a cabo la misma reverencia que el resto de las internas, hasta que un buen día la madre superiora se dio cuenta de esta situación, y después de verla un par de días, decidió llamar a la monja renuente a su oficina y le dijo: “Hermana, he visto con cierta extrañeza que usted no hace la reverencia ante nuestro santo y su sagrada imagen cada que pasa frente de él”, a lo que la monja responde: “Pero madre, es que no puedo hacerlo”, la madre superiora extrañada insiste “¿es tan difícil agacharse y pronunciar la frase `yo me ofrezco`” , y la monja responde ruborizada: “si madre por que yo no meofrezco”, la madre levanta la ceja en señal de molestia y replica: “explíquese hermana”, y la monja confiesa: “yo meo calientito y espumoso”. (Plop) Se nota cuando uno no tiene trabajo… ¿o no?.