Hace algún tiempo tuve la oportunidad de visitar la ciudad de San José en Costa Rica debido a que recibiría un premio por mis vastos logros en múltiples disciplinas y aparte porque me enviaron del trabajo. A diferencia de PinballWizard, yo no tuve ningún problema durante el vuelo porque viajé en primera clase; por supuesto, no existe otra forma de viajar. De hecho estoy seguro que si el avión hubiera explotado en pleno vuelo por la inconsciencia de algún pasajero histérico de clase turista al que no le sirviera el cinturón, la primera clase hubiera sido capaz de llegar sana y salva a destino, aún flotando por las nubes, montados en nuestros asientos de piel reclinables y con nuestro martini en la mano.
Una vez en San José, un fuerte operativo conformado por un amable taxista bigotón, me llevó a mi hotel. ¡Que agradable lugar! -Brindamos con champán…brindamos por mi, por Costa Rica y por mis vastos logros, pero más por mi y mis logros. Hubo un momento en que quisieron brindar también por el éxito del encuentro diplomático de varios jefes de estado que se llevaría a cabo al siguiente día, pero los animé a no perder el hilo de la celebración con sandeces y a seguir brindando por mi. Fue ahí cuando se dieron cuenta que no formaba parte de la comitiva diplomática mexicana y me remitieron a mi cuarto sin mayor ceremonia y entre ceños fruncidos.
Ya instalado en mi cuarto me dispuse a dormir. Me quité el pantalón y la camisa, delicadamente los hice bola y los aventé encima de la cama, apagué la luz y cerré los ojos pensando en que a medida que uno se vuelve viejo, ya no le interesa salir a visitar una ciudad que no conoce y lo único que se desea es dormir temprano. Con estas reflexiones en la mente, quedé profundamente dormido.
Aproximadamente a las 2 de la mañana me despertó un fuerte ruido provocado por la vibración de las ventanas, y al escuchar el grito de “¡está temblando!” pegué un brinco y corrí a la puerta dispuesto a salir corriendo y a lanzarme por el balcón. De repente me di cuenta de algo poco conveniente: me encontraba en calzones y sin camisa. Me vino a la mente una desagradable escena en donde se veía por televisión a los rescatistas buscando entre los escombros y encontrando mi cuerpo en paños menores, exclamando entre risas: -¡Ea, miren a este infeliz que todavía usaba trusas de algodón!” Pensándolo mejor, agarré mi ropa y en menos de 5 segundos ya me encontraba mal vestido, pero al fin y al cabo, pudorosamente cubierto. Cuando salí de la habitación ya había cesado el temblor, pero el pánico se había apoderado de los huéspedes, quienes salían corriendo de sus habitaciones en condiciones menos honorables que la mía. Mi habitación se encontraba casi al final del pasillo, cerca de una puerta de emergencia. Pensé que lo mejor sería salir por aquella puerta que daba a una escalera externa al edificio, pero antes de poder abrirla, ésta se abrió bruscamente y entró corriendo un pequeño hombrecito con nada puesto a excepción de una minúscula tanga de color negro. Notablemente alterado me preguntó: “¿¿Qué es lo que ocurre??” a lo que estuve a punto de contestar: “¿Qué es lo que le ocurre a usted caballero mío? ¡Y por favor, aparte de mi esa repulsiva cosa negra!” (Me refería por supuesto a la tanga) Pero antes de poder contestarle, volvió a salir por la puerta de emergencia y desapareció rápidamente.
Para ese entonces, consideré que ya no tenía caso salir corriendo por la escalera de emergencia y me dirigí junto a mis compañeros de viaje a la escalera general del hotel, bajamos hasta el lobby en donde los empleados tranquilizaban a los huéspedes explicándoles que afortunadamente, el fuerte temblor no había pasado a mayores y que todos se encontraban bien; incluso los mandatarios que habían asistido a la cumbre diplomática, (El presidente Bush, y el presidente Fox entre ellos) lo cual nos calmó bastante, porque la sola idea de quedarnos sin políticos era aún peor que la de morir aplastados en un terremoto. Los empleados de recepción nos sirvieron café (¡Que buen hotel!) y mientras la gente recuperaba la calma, ví al pequeño hombrecito de la tanga negra cubierto misericordiosamente con una toalla del hotel y caminando nervioso por el lobby ante las miradas curiosas de la gente.
Después de esta experiencia, he pensado mucho acerca de la muerte. No del fin de la vida en si, sino sobre las condiciones en las que cada uno va a terminar su existencia y la imagen que dejaremos a los que queden. Es por eso que en estos últimos meses he dedicado gran parte de mi tiempo en hacer una pequeña lista de precauciones para asegurarnos un estado pudorosamente conveniente para el día que nos toque bailar con la más fea.
Si gustas de dormir desnudo, siempre ten a la mano tu ropa para estar listo en cualquier ocasión. Como muchos eventos no están completamente bajo nuestro control, recomendamos que duermas vestido para ahorrar tiempo.
Cuando asistas a un baño, no bajes tus pantalones completamente; siempre tenlos lo más arriba posible. Si sientes un dolor en el pecho o que la vista se te nubla, no dudes en subirlos rápidamente porque probablemente sólo te queden pocos segundos y es sumamente importante que la persona que te encuentre no se lleve una desagradable sorpresa como pasó cuando encontraron a Elvis.
La muerte puede llegar en cualquier momento y en cualquier parte de tu casa, es por eso que recomendamos tener un grupo de libros abiertos en puntos estratégicos de tu hogar, así por lo menos la gente pensará que te encontrabas en medio de un importante estudio cuando la muerte te sorprendió.
Las explosiones pueden ser un poco difíciles de prever y tienden a dejar a las víctimas achicharradas en poses poco convenientes, así que recomendamos que por más complicado que pueda resultar, debes hacer lo posible por anticiparlo (Una imprevista elevación de la temperatura puede ser una buena señal) y adoptar una postura digna para la inmortalidad. Se recomienda usar poses como “El pensador” de Rodin, “La Venus de Milo”, “El David” de Miguel Ángel, o si tienes algún compañero(a) a la mano, puedes coordinarte para escenificar “El beso”, “El éxtasis de Santa Teresa”, o “Apollo y Dafne”.
Si tienes tratos con narcotraficantes, te recomendamos que mandes fabricar una máscara de hierro y usarla todos los días para evitar así los molestos tiros de gracia en la cabeza que aparte de ser muy peligrosos, no se ven bien en los funerales.
Si sufres de una enfermedad terminal, toma la precaución de escribir unas cuantas líneas explicando que antes de caer enfermo, hiciste un pacto con Dios para que la enfermedad terminal de un pobre huerfanito pasara a tu cuerpo y así salvar la vida del pequeño desdichado. Si la gente es tan ignorante como para creer que la cara del papa se apareció en una tostada de pollo y que una estatua de Jesús tiene ritmo cardiáco, seguramente se creerán tu cuento y te convertirán en un santo.
Hasta aquí estimados lectores, estos son sólo unos ejemplos. La lista sigue abierta y con gusto se anexará cualquier idea que puedan aportar. En realidad no nos podemos salvar de la muerte, pero por lo menos podemos hacer todo lo posible por no morir con los pantalones abajo.
25 comentarios
Jajajaja. Muy bueno, Phineas. Especialmente lo ultimo de la tostada y el ritmo cardiaco.
Excelente material.
Alexander Strauffon
Mi buen camarada Phineas… con este texto… acabas de hacerme regresar a los momentos donde ví, en una pelicula por demás hilarante…. Una escena donde se encuentra Mel Gibson tomando fuertemente de las manos a Danny Glover, quien de alguna manera increibe se encuentra con los pantalones abajo sentado sin poderse mover de su inodoro… entonces Mel Gibson con una actitud determinada, comienza a contar… uno… dos… y la siguiente escena, es una toma de la casa de Danny Glover explotando estruendosamente y se ve el excusado, donde hace unos momentos se encontraba Danny, estrellandose en el parabrisas de un coche… una manera muy poética de morir… o que opina usted??
bomborito peek
Jajajajaja, me divirtió de sobremanera este texto. Felicidades, y otra recomendacion a la hora de morir «estudioso», favor de no tener en su colección de libros, títulos de Carlos Trejo, Carlos Cuauhtemoc Sánchez, Carlos Ahumada, Alex Dey, menos Pent House, Playboy, entre otros. No vaya ser que mueras leyendo Juventud en extasis o La fuerza de sheccid.
Felicidades de nuevo y que tengan buen fin de semana.
alexxx
Hey! que yo soy el director de arte de Penthouse! :P (y no es broma)
Bueno, a decir verdad, yo tampoco moriría con un número de Penthouse a la mano, y menos con los pantalones abajo =/ pero otra recomendación para los libros que deben evitarse en la medida de lo posible: Nada que tenga que ver con Dan Brown, en especial el esperpento ese del codigo Da Vinci :P
Mytho
excelentes consejos, pero aun queda el problema de que hacer si te caes mientras te bañas y mueres encuerado y no creo que en la mejor pose.
tiamuelas
Oiga, pero si Costa Lica es la pula vila!!
Search!
jjaja muy conveniente Phineas, la muerte es algo k sucede sólo una vez, mejor hacer d ésta una experiencia lo más digna posible jaja
Ursi-Foo
Todo muy bien, pero eso de ir por la vida con una máscara de hierro es tan poco elegante. Qué estresante es tener que elegir si luces bien en vida o luces bien en el cajón.
Señorita M.
Por eso es siempre bueno dormir con algo puesto, aunque sea una camiseta y unos shorts. Aunque incautos (as) siempre habra. Ahí está mi abuela que en sus años mozos acostumbraba dormir sin nada encima y con la ventana abierta. Ya en su vejez mi abuelito aun se lo recordaba diciendole su frase celebre, en plena tertulia familiar y voltenado a ver a toda la descendencia: «Andele ya ve, sigale durmiendo sin calzones»
Luiz
Tambien es importante tener pensado cuales van a ser tus ultimas palabras; estas deben ser trascendentes y reflejar tu calidad humana…
Un «Confieso que he vivido y no me arrepiento» estilo Neruda es siempre bien visto e imposible de olvidar…
En el primer encuentro fallido que tuve con la huesuda al estar a punto de chocar con un trailer que bajaba a 120 kph en las cumbres de maltrata sera recordado por una famosa frase que salio de mis labios ante el casi inminente impacto:
«No maaaaameeeeesssss!!!!»
Ahora me parcen prosicas y de mal gusto…
Hoochiecoochieman73
Imaginense que te encuentren con toda la serie de los libros del Harry Potter y con los pantalones abajo :| ….. saldrias en los noticieros y te inventarian historias como…»Sí Licenciado Gomez, al parecer el presunto (a) le gustaba la pornografia infantil y la practicaba con los vecinitos de su cuadra…» jajajajajajajajajaja…..
PeRVeRSa
el mejor epitafio fue el de venustiano carranza… y dijo antes de morir: «Ya nos cargó la chingada»
alexxx
Jajaja… Pues no he tenido encuentros cercanos con la Calaca, pero como dirian los botellos… «Hay huesuda testaruda que me duras en el vacilon; en una cantina o en cualquier esquina…».
Saludos!
EdoBar
este blog me dio ñañaras… cuando me han preguntado como me gustaria morir, siempre me he negado a contestar, la verdad es que no me gustaria morirme de ninguna manera. pero por si acaso, traten de traer calzones en buen estado ¡imaginate que oso si en ese momento los traes rotos o percudidos. son peor vistos que si no traes. ademàs este consejo sirve para cualquier otra ocasiòn.
candy
Pues, si dicen que la primera impresión, nunca se olvida por lo que se recomienda mejor sucicidarse, vestirse con sus mejores galas, dejar las más inteligentes palabras para el obituario, y el epitafio, y escoger morir de la manera más elegante, eso de tirarse desde un edificio, puente o atropellado, se va a ver muy feo en el feretro, asi que un gas abierto, una coca envenada (con eso de que solita tambien en un veneno muy infalibe y muy delicioso.) en fin algo que nos mueva nuestras hermosas facciones para que sean recordados por todos.
Dark Angel
Mi mamá siempre me dice eso jaja xD …
Mijita!! ya compraste calzones??? que tal que tienes un accidente??? eeehh?? pónte unos buenos por amor de Dios!!! … Queeeé??? esa tanga??? Mejor no te pongas nada !!
… por eso es bueno invertir en ropa interior de calidad xD
unamujer
Pregunta:
Si tuvieran oportunidad de elegir su epitafio… ¿Cúal sería?
Creo que el mío sería: «Y aquí sigue descanzando el pinche alexxx» o «Ya me cargó la chingada».
alexxx
Este puede ser buen epitafio…»Nunca fue Infiel… aunque lo intentó».
EdoBar
El mejor epitafio que he leído es el que le dedicó una mujer a su marido, pareja o algo asi, lo vi cerca de la tumba de mis abuelitos, y dice:
«Cumpliste tu promesa, me dejaste sola»
unamujer
Pues por ahí leí el epitafio de un hipocondriaco que decía:
¿No que no cabrones?
Mytho
Pues mi epitafio sería: -«La vida se empeñó en que yo fuera desgraciada…pero no me dio la gana!»- Yo por eso sí duermo con calzones y con mi inmortal piyama de Astro Boy y procuro tener en el buró al lado de mi cama, algún ejemplar de Umberto Ecco o de Oscar Wilde, para que piensen que siempre fui una intelectual consumada. No le hace que en el baño, tenga hartas revistas de TV y Novelas.
Shakespeare's Sister
eaaaaaaaa! esa fue una buena respuesta! jajaja
alexxx
Jajajajaja, acabas de encontrar uno de mis miedos ocultos…Si paso «al otro lado» prefiero tener los pantalones bien subidos. Muy gracioso el texto.
eltorerojedi
¡¡¡jajajaja!!! eso estuvo chido pero…. ¿y si mueres ahogado?
El Mou
A Elvis, a la hora de la muerte se le acabó el glamour? Que lástima…
Excelente post!
MarthaX