El Santo y BlueDemon contra los Monstruos

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“De la mansión del horror escapan los sanguinarios seres que usted más odia y teme…” -Los productores, directores y escritores de esta cinta.

“El Santo y Blue Demon contra los monstruos” es una de esas películas que son tan, pero tan malas, que espanta a cualquiera. Filmada en 1969 y con un reparto que incluye luminarias como Jorge Radó, Carlos Ancira, Hedy Blue y Resortes, acompañando a nuestros héroes nacionales: El Santo y BlueDemon contra toda una galaxia de monstruos sedientos de sangre.

La historia es profunda e impactante: Uno de los archienemigos del Santo y BlueDemon, el Dr. Bruno Halder (que al parecer, nadie es capaz de pronunciar bien el apellido, ya que todos le dicen Bruno “Hadler”) muere en manos de los enmascarados y es llevado al mausoleo familiar en donde su hermano Otto y su hija Gloria se encuentran “consternados” por la muerte del tío Bruno.

Aún así no logran percatarse, a lo mejor por lo “normal” de la situación, de que entre las lápidas aparecen un enano con bombín y 4 chúntaros pintados de verde…este…perdón, me informan que en realidad eran 4 zombies horrendos y sedientos. (sedientos porque en toda la película se la pasan sudando de calor, lo que les provoca que se le caiga constantemente el maquillaje) En fin, después de cerciorarse de que el Dr. Bruno Halder está muerto, sus familiares se retiran dejando el campo libre para que el enano y su comitiva entren a la cripta y se roben el cadáver del Doctor.

Ya en su residencia, el Dr. Otto y su hija Gloria leen una nota sobre la muerte de Bruno y Gloria pregunta a su padre: -Recuerdo que mi tío comentaba que hacía sus experimentos en un viejo castillo abandonado. ¿A qué castillo se refería? A lo cual Otto contesta: “Nunca me lo dijo” y como en México hay aproximadamente 500 castillos medievales abandonados, es prácticamente imposible saber a cuál se refería.

Mientras tanto, el Santo y BlueDemon en su guarida ultra secreta platican sobre la recién muerte del genio del mal y el Santo confiesa a su amigo el temor de que el Dr. Halder cumpla su promesa de venganza aún estando muerto. El BlueDemon le dice algo así como que no se azote y que mejor disfrute de sus vacaciones con su novia, (con la novia del Santo, no la de BlueDemon) se retira y deja al Santo meditando sobre el asunto.

BlueDemon va en su auto cuando de repente ve algo “raro”: Al parecer al enano y los zombies se les ocurrió que llevar el cadáver de Halder en una carreta con antorchas en plena carretera a Cuernavaca era de lo más cool, así que BlueDemon decide investigar el asunto.

Ya en el “castillo-que-parece-cueva”, el enano revive a Halder y éste le promete que en recompensa le permitirá “experimentar” con seres vivos. La oportunidad se presenta pronto, ya que un zombie atrapa a BlueDemon, que estaba fisgoneando y lo lleva ante el Doctor. Waldo (así se llamaba el pobre enano) pide “experimentar” con BlueDemon y rápidamente agarra un bisturí para clavarlo en el cuello del enmascarado (Con razón nunca lo dejan experimentar…) Halder lo detiene, ya que tiene “mejores planes”.

Halder, crea un “duplicado” de BlueDemon y lo envía junto con los Zombies a destruir al Santo, quien se encuentra en un bosque (que por cierto, este bosque se encuentra en los alrededores del castillo) con Gloria “disfrutando” de sus vacaciones. En eso el BlueDemon aparece de la nada y él y el Santo empiezan a luchar, mientras tanto Gloria es secuestrada por los zombies. BlueDemon arroja al Santo por una ladera, que seguramente confundió con un precipicio de 50 metros de altura, éste logra salvarse y en su auto persigue a los secuestradores de Gloria. En una escena de extrema emoción, Gloria logra saltar del auto de los zombies al auto del Santo, gracias a que los zombies y BlueDemon están demasiado ocupados viendo ¡quién maneja el automóvil!

Los villanos se hacen bolas, siguen conduciendo hasta el anochecer, se salen de la carretera y caen a un precipicio. Pero no se preocupen, porque recuerden que son muertos vivientes y no les pasa nada.

Al siguiente día, Santo, Gloria y su padre van a la cripta familiar de los Halder y se dan cuenta con horror de que el cuerpo de Bruno ha desaparecido. Otto reflexiona sobre la posibilidad de que su hermano haya construido a los monstruos que trataron de secuestrar a su hija y “presiente” que su hermano está tramando algo horrible para destruirlos. Todos se preguntan el porqué de los actos de BlueDemon. El Doctor piensa que puede deberse a la eterna rivalidad entre los dos enmascarados. Gloria le pregunta al Santo: -Y si él abrigara algún resentimiento del cual tú nunca te enteraste?, a lo que el Santo responde: “Los monstruos que evidentemente maneja Bruno Halder…son invulnerables” ¿Invulnerables a qué? ¿a los resentimientos? ¿o a qué diablos se refería el Santo…?

Mientras tanto, el doble malvado de BlueDemon y su cohorte de zombies mal pintados se encuentran en una misión secreta: reclutar a los más temibles monstruos que Dios ha puesto sobre la faz de la tierra. Primero llegan a una cueva abandonada en donde los espera: ¡EL VAMPIRO! Y si ustedes encuentran un vampiro más patético e imbécil que éste, les doy $20 pesos.

Gracias a Dios, BlueDemon logra detener a esta terrible y horrenda bestia, antes de que los mate de lástima.

El segundo monstruo reclutado es ni más ni menos que Don Julián, el velador octogenario de los estudios que gustaba de envolverse en papel higiénico. Este no les da ningún problema ya que se encuentra dormidito y se lo llevan con todo y caja.

Otro esperpento que logran encontrar es al Cíclope, que casualmente ya se encontraba en el castillo, pero detrás de unos bloques de hielo. Con ayuda de un soplete, el Dr. Bruno Halder logra liberar a la bestia.

Y bueno, me gustaría poder decirles cómo encontraron a los demás monstruos, pero lamentablemente el director no lo consideró necesario, ya que inmediatamente después de esta escena vemos a todos los demás adefesios listos para ser revividos: El Hombre Lobo, Franquestain (sic), la Momia, el Vampiro y el Cíclope.

Una vez reanimados, el Dr. Halder les lanza un choro tipo Fidel Castro y les da la orden: “¡Vayan!” ¿a dónde? ¿a hacer qué? Sólo Dios lo sabe. Los monstruos confundidos se lanzan a hacer lo que ellos hacen mejor: sembrar el pánico en la población.

El hombre lobo, llega a un ranchito y mata a toda una familia, El cíclope elimina a un pescador, Franquestain sorprende a una pareja y secuestra a la muchacha, El vampiro muerde a una bailarina y la convierte en mujer vampiro ¿y la momia? Bueno, la momia como que todavía no se recuperaba de la tremenda jeta de 500 años, así que se encontraba dormida en el castillo, ¿qué esperaban?

De todos estos horrendos crímenes, el Santo sólo se entera del pescador. En una escena, un detective pregunta al Santo:
-¿Qué opina Santo?
-Las huellas pertenecen a un enorme animal plantígrado que sale de la laguna y vuelve a ella.
-mhhh, ¿y qué piensa hacer?
-Atrapar al animal…

Así que se lanza a la laguna en busca del cíclope plantígrado, lo obliga a salir de la laguna y comienza una batalla en donde el Santo elimina al monstruo con una estaca de madera. Lamentablemente, el Santo lo deja tirado en lugar de llevárselo para estudiarlo y pronto el Dr. Halder lo encuentra y le cura la herida.

Una vez terminada la operación del Cíclope, el Dr. Halder está realmente molesto y envía a los monstruos a eliminar a su hermano y a su sobrina. Su plan es un rotundo fracaso, ya que muy monstruos, muy monstruos, pero la verdad, apestaban para pelear, La momia sólo anda de un lado a otro como no queriendo entrarle, Franquestain al parecer es ciego, el hombre lobo se la pasa brincando de un lado a otro, el vampiro huye despavorido por un crucifijo y el BlueDemon recibe la orden mental de regresar al castillo secreto porque «ya está amaneciendo» ¡Pero si en la escena se ve como si fueran las 3 de la tarde!

Al siguiente día el manager del Santo le dice que un misterioso luchador extranjero apodado “El Vampiro” desea una batalla con él. Como podrán haber imaginado, el luchador misterioso no es otro que nuestro entrañable monstruo de cuarta. Sumamente notable es la forma en que el vampiro, una vez puesta la máscara, pasa a ser de un desnutrido y pálido puqueque de 1.60, a un fornido luchador con la tez morena…¡Misterios de la naturaleza!. Gloria se da cuenta de que el vampiro quiere morder al Santo y se apresura a enseñarle un crucifijo, el vampiro huye despavorido convertido en murciélago. En eso, los monstruos, que seguramente se encontraban entre el público, se suben al ring e inicia el pandemonium; la momia sigue en su plan de “Yo nomás aquí veo” y se hace loco toda la escena, el Cíclope al parecer nunca se había subido a un ring, se chifla y empieza a dar saltos y manotazos al aire, el referí al parecer no se da cuenta de la situación y él sigue atento a la lucha mediando a todos hasta que el hombre lobo le da un catorrazo y así continúa la tortura hasta que alguien apaga las luces y los monstruos aprovechan para escapar.

En un intento desesperado por vencer a nuestro campeón de la justicia, el Vampiro ataca a otra bailarina y la convierte en Mujer-Vampiro para enviarla a seducir al Santo, ella llega a la residencia de éste y le pide un aventón a su casa, pero el Santo, que se ve que ya tenía su número bien aprendido, la lleva al bosque que está cerca del castillo y que al parecer utiliza para todas sus citas románticas. En eso la vampira trata de morderlo; el Santo consternado exclama: “Señorita! Ha sido usted víctima de un vampiro humano, dímelo, por tu bien.” La mujer pone cara de “¿De qué está hablando este guey?” y lo ataca por segunda ocasión. El Santo trata de huir, pero se encuentra de nuevo con los monstruos, comienza de nuevo la lucha. Por suerte nuestro héroe demuestra que corre más rápido y logra escapar.

En casa de Gloria y su padre, el Santo se da cuenta de algo: Los monstruos sólo atacan de noche, (aunque también ataquen de día) les dice que mejor duerman de día y en la noche estarán en sitios concurridos para evitar el ataque de los villanos. Al parecer el Santo no se ha dado cuenta de que después del show que los monstruos dieron en la Arena México, ya no les importa mucho atacar en sitios concurridos. De todas maneras los lleva a un centro nocturno llamado “Maxim” y es aquí en dónde el director se acuerda de que en los créditos había dicho que saldría “Resortes”, así que lo ponen a bailar durante 5 minutos dentro del show. En medio de esta escena, Gloria se pregunta: “¿Hasta cuándo durará esta pesadilla?” No sabemos si se refería a los monstruos, o al número musical de Resortes.

Como supondrán, los monstruos y el falso BlueDemon llegan al centro nocturno (¡¿Cómo diablos hacen para saber en dónde está el Santo y sus amigos?!) y comienza otra batalla campal, sólo que esta vez para variar, logran capturar al Dr. Otto y a su hija. Por fortuna, el Santo logra poner en el cuello de Franquestain una…¡piedra! (que después sabremos que se trata de un «vibrador electrónico» sea lo que sea que eso signifique.)

La única vez que la momia se decidió a atacar al Santo, éste la tira por la azotea del edificio, el pobre animal. Pero no se preocupen amigos, porque sale en la siguiente escena de todas maneras. A pesar de que Franquestain apenas puede caminar y está medio ciego, ¡insiste en manejar el automóvil!

Gracias a la “piedra” que el Santo colocó en el cuello de Franquestain, logra seguirlos y dar con el paradero del castillo, que como ya se habían dado cuenta, está cerca del bosque en dónde Santo llevaba a todas sus pollitas.

El Santo por fin llega al castillo en donde lucha con el doble de Demon, aquí la escena es algo confusa ya que en una toma están peleando dentro del castillo, y en otra, se encuentran en el bosque. De todas maneras el Santo logra vencerlo tirando a un muñeco de BlueDemon por un precipicio.

El Santo regresa al castillo, libera al verdadero BlueDemon y ya al lado de su fiel amigo se lanzan a una batalla final contra los monstruos. Primero se enfrentan con los zombies y los vencen. Es más, a uno de ellos ¡hasta le arrancan la cabeza! Ya picados, empiezan a destruir todo el equipo del Dr. Halder y provocan un incendio en su laboratorio.

Los enmascarados se enfrentan a los monstruos los cuales tratan de huir pero es demasiado tarde: el fuego los tiene atrapados. Sólo los vampiros logran escapar y en lugar de irse de la cueva, se van a dormir a sus ataúdes. Nuestros héroes junto con el Dr. Otto Halder y Gloria los alcanzan y los destruyen con una estaca en el corazón. Las mujeres vampiros pierden sus colmillos y se convierten de nuevo en bailarinas… bailarinas muertas, pero al menos ya no son vampiras y el vampiro desaparece con todo y estaca. A propósito, el vampiro duerme en su ataúd con sombrero de copa, ¿habráse visto semejante zoquete?

Una vez acabada la amenaza, nuestros amigos huyen mientras el castillo se consume en llamas y con él, toda la maldad de los monstruos. El mundo puede dormir tranquilo y con la esperanza de un futuro lleno de felicidad y cordura.

¡Aprovechen que ahorita está en youtube, antes de que vuelvan a revivir el doctor Bruno Halder y sus monstruos y ataquen los servidores de google!