No estaba muerto,…andaba de parranda

El funeral es, sin duda alguna una ceremonia de la que todos vamos a formar parte tarde o temprano, no ocurre lo mismo con las bodas,… por mencionar algún ejemplo, ya que si bien a lo largo de nuestra vida tenemos la oportunidad de asistir a las bodas de nuestros amigos, primos, hermanas, y hasta de gente que no conocemos, esta es una ceremonia de la que no tenemos la plena certeza de saber si algún día seremos parte de ella, pero no sucede lo mismo con los funerales, es decir si uno es pobre, rico, alto, chaparro, rubio, moreno, mexicano, extranjero, es un hecho que algún día seremos la parte protagónica de esta ceremonia.

Por lo general, la misma cultura del mexicano, hace burla de la muerte (como de tantas otras situaciones), el llamado ”humor negro” es característico de nuestra cultura, y tenemos celebraciones tales como “El día de muertos” en los que en sentido figurado y con mucho ingenio “matamos” a personajes políticos, del medio artístico, compañeros de trabajo y cuanta persona se nos ocurra, con nuestro característico ingenio escribimos rimas graciosas haciendo alusión al tema de la muerte, en las tradicionales “calaveras”, esta es una celebración única en el mundo, ya que en la mayoría de las culturas se le da mas bien un enfoque místico, trágico, trascendental, pero nunca un enfoque humorístico.

En “El Phineas” sabemos que el comportamiento en todo velorio requiere de cierta pericia y ecuanimidad, es decir no ¿te ha pasado amable lector?, que cuando llegas a saludar y dar el pésame a la viuda, no sabes ni que decir, en lo personal he sabido de casos en los que el momento de dar el abrazo de condolencia, dicen “felicidades”, obviamente después de escuchar que de su propia boca salen tan absurdas palabras, sobra decir que el individuo en cuestión no sabe ni que hacer para remediar tan penosa situación, y todo esto se deriva en la poca o nula participación (como espectador, claro esta) en este tipo de ceremonias.

A continuación detallaremos 10 sencillos ejercicios que te harán sentir libremente cuando tengas que asistir a algún evento de esta naturaleza, por razones obvias se recomienda ponerlos en practica en donde nadie te conozca, para evitar herir susceptibilidades.

1) Aparece en el velorio disfrazado de algún personaje infantil de moda . Lleva contigo una matraca gigante (de las que usan en el estadio de fútbol), y lanza a los invitados fuegos artificiales (de los que giran soltando muchas luces de colores) de vez en cuando, si ves que te voltean a ver sorprendidos grita a todo pulmón “que no caiga ese animo!”.

2) Rocía insecticida sobre el cadáver, y cuando volteen a verte, diles muy seguro de ti mismo, que es un nuevo embalsamador en aerosol, que sirve para que no se lo coman los gusanos.

3) Soborna a algunos de los presentes para que se rían un poco cuando hagan el clásico discurso exaltando las virtudes del difunto, tendrás que invertir un pequeño capital, pero veras que es muy gratificante.

4) Ya que veas que hay suficiente gente riéndose, aprovecha esa oportunidad para no parecer imprudente, levántate de tu asiento e interrumpe a la persona que este hablando de lo maravilloso que fue en vida el ahora occiso y pregúntale que si no puede decir de una vez cual fue la ultima voluntad del difunto, por que tienes algo de prisa, posiblemente el orador se pudiera molestar, si ese fuera el caso, argumenta enérgicamente que tienes que regresar a trabajar lo mas pronto posible,…que de algo tienes que vivir.

5) De manera muy casual trata de identificar a los familiares no tan directos del difunto (tías, primos segundos, cuñados) acércate disimuladamente y empieza una conversación, cuando sientas que ya te tienen confianza, diles con mucha seguridad pero con cierta timidez que tu viste el testamento y que no les dejo nada, por que “según el difunto” no les simpatizaban en lo absoluto, y cierra la escena con un «pero que no salga de aqui».

6) En tono imperativo dirígete hacia los invitados y asegúrales que el difunto te debía dinero, y que no te vas a ir hasta que hagan una recolecta y junten la cantidad de dinero que te quedo a deber,…y que le hagan como quieran.

7) Acércate al féretro y empieza a hablar con el difunto en voz alta, puedes empezar con un “sabia que algún día terminarías así” y de manera muy sutil ve subiendo el tono de la conversación hasta que llegues a los gritos y palabras altisonantes, acto seguido dale un golpe al muerto, y cuando se acerquen para retirarte, asegúrales que el fue quien empezó con la discusión.

8) Acércate a la viuda y dile que la noche previa al deceso, en su lecho de muerte te confeso que no quería que nadie se deprimiera por su muerte, y que te pidió que le colocaran unos colmillos de vampiro con el ataúd abierto y que los asistentes se tomaran con él la foto del recuerdo.

9) Cuando te ofrezcan un café y te pregunten si lo quieres con piquete o sin piquete, responde serio pero afligido por la tristeza del momento, que lo quieres “sin café” en caso de que se te queden viendo de forma extraña, diles que es para soportar la pena de haber perdido a alguien tan importante para ti, que realmente lo necesitas,…y exige que te lo traigan rapido y de buen modo.

10) Cuando estén a punto de llevarse el cuerpo, saca uno de esos aparatos con los que dan electroshock en los hospitales (en el pecho de las personas que estan muriendo), y aplícaselos al difunto, después golpéale en el corazón gritando “despierta,…despierta!”,…en seguida dale respiración de boca a boca mientras subes y bajas los brazos del difunto, después de hacer esto por 15 minutos voltea con los asistentes y ante su mirada atónita diles que efectivamente esta muerto, que solo querías asegurarte de que el diagnostico era el correcto,…y cierra con un «siempre es mejor una segunda opinion,…¿no?»

Como podrás ver amable lector, son consejos prácticos y fáciles de llevar a cabo para animar una ceremonia en la que tarde o temprano tu y yo vamos a formar parte de la misma, quizás nunca celebremos una medalla de oro en los 1000 metros planos, o un primer lugar en miss o mister universo, quizás tampoco estemos en la ceremonia de entrega de premios Nobel, pero sin duda que no faltaremos a nuestro funeral, y recuerda que uno no se muere mucho o poco, se muere y ya,…y que la única diferencia entre una persona que hace ejercicio regularmente, cuida su dieta y no tiene vicios a una que no se ejercita, come cuanta porquería se encuentra y fuma como chacuaco, es que la primera se va a morir mas saludable que la segunda.

Anímate y envía tus sugerencias.

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