De como nos hartamos de Phineas Fogg

En 1872, un rico caballero londinense, Phineas Fogg, (o Philéas) apuesta la mitad de su fortuna que haría la vuelta al mundo en 80 días. Acompañado de su vasallo, Passepartout, se va de Londres para una increíble carrera contra reloj. Phineas Fogg tiene 80 días para demostrar que, sea por aire, por mar, o por tierra, la audacia supera todas las fronteras. Los dos serán retrasados en su proyecto por el inspector Fix, que se puso a seguirle, convencido que Fogg era el autor de un robo, así como de los eventos ocurridos en los diversos países que atravesará.

Bajo este concepto y con el slogan de “la vuelta al mundo en 80 clicks” inicia “El Phineas”, el 17 de mayo del 2003, en principio, la esencia de la página era hacer una concentración de diferentes páginas de la red, con reseñas del punto de vista personal a manera de sátira, de su concepción original a la actualidad el concepto se ha ido deformando poco a poco, lo que en un principio seria únicamente una incansable búsqueda por “lo peor de la red” se ha convertido lenta pero constantemente en un resumidero de ideas, pensamientos, reflexiones y sátiras.

Fue entonces que nos dimos cuenta que no podíamos seguir con la imagen de Phineas Fogg ya que estábamos haciendo algo totalmente diferente a lo que habíamos planteado desde un principio. Tristemente decidimos cerrar la página y dedicarnos a cosas menos demandantes como la venta de pulseras hippies en Morelos o impartir cursos de Fengshui. De repente alguien recordó haber leído sobre otro Phineas y nos dimos a la tarea de investigar el asunto. Lo primero que encontramos fue una imagen de un cráneo atravesado por una barra de metal. El cráneo había pertenecido a un sujeto llamado Phineas Gage….mhhh, talvez no tendríamos que terminar vendiendo pulseras después de todo…

Una búsqueda incansable,…quizás frenética.

Por alguna razón tan bizarra como sarcástica, resulta ser que la imagen del cráneo con el cerebro expuesto y atravesado por una barra de metal, resulta ser el característico símbolo de Phineas Gage (o Cage), pero,…¿quién es Phineas Gage?, pues además de ser un emblema de la investigación de los misterios del cerebro humano, la historia establece una serie de situaciones que a final de cuentas redundan en que el comportamiento humano ha sido, es y seguirá siendo un misterio para la ciencia.

La historia ubica a Phineas Gage como un hombre honrado, trabajador, amable y amistoso que trabajaba como capataz en la construcción de las vías del ferrocarril de la ruta de Rutland y Burlinnton, en Cavendis, Vermouth, USA, el 13 de septiembre de 1848 mientras trabajaba, un accidente causado por una chispa, provoco que una carga de dinamita estallara e hiciera volar una barra de metal, incrustándola en la cabeza de Phineas Gage, la barra penetro por la mejilla derecha, atravesando la parte posterior de la esfera ocular derecha y desembocando en la parte superior izquierda de la frente, increíblemente –cuenta la historia- después de la explosión Phineas Gage recuperó el conocimiento, se puso de pie y fue a pedir ayuda a sus compañeros, quienes horrorizados lo llevaron al doctor del pueblo, entre los datos mas insólitos de este relato, aseguran que el doctor John Harlow, al ver el impresionante caso, no pudo resistir la tentación de introducir sus propios dedos índices en los hoyos que había dejado la barra de metal al ser retirada, al punto que de que pudo llegar a tocar sus dos yemas de los dedos dentro del cráneo de Phineas, la recuperación física duro 2 meses según los registros, y Phineas fue capaz de volver a caminar, hablar, y realizar cuanta actividad física puede realizar una persona normal.

Phineas Gage había sobrevivido a ese terrible accidente, pero lo que nadie hasta ese momento sabia es que “su carácter” no sobrevivió, después del accidente Phineas se transformó en una persona extraña, antisocial, extravagante, que lo mismo insultaba a sus amigos sin razón aparente, como hacia declaraciones de cosas absurdas y sin sentido, nunca más volvió a ser el mismo, por razones inherentes a la época en que se desarrolla esta historia, nadie considero que el cambio de carácter de Phineas tuviera alguna relación con el daño cerebral que había sufrido, en el mejor de los casos lo considerarían como un loco más y no como una victima de las circunstancias, Phineas Gage murió 13 años mas tarde, a causa de un ataque epiléptico, y no fue hasta 130 años después de su muerte, que científicos empezaron a tratar de investigar la relación que existía entre el comportamiento y la parte dañada del cerebro de Phineas.

El Doctor Harlow escribió en su diario : “El equilibrio entre sus facultades intelectuales y su comportamiento animal,…ha sido destruido”.

Una cosa, lleva a la otra.

Después de conocer esta interesante, triste y extraña historia, queda más que entendido que el comportamiento humano tiene una relación intima con el cerebro, la pagina de “El Phineas” tiene indudablemente un común denominador en todo su contenido, y este es “la estupidez humana”, que puede ser satirizada en diferentes situaciones y con una interminable variedad, tan interminable como la estupidez misma, hay quienes afirman que Dios en su inmensa sabiduría solamente creo dos cosas sin limites, la estupidez humana y el universo, aunque de este ultimo, tenemos nuestras dudas.

Con este extraño, pero sin duda inconfundible icono de la incapacidad de la ciencia moderna por descifrar el comportamiento humano y los misterios de la mente representada dignamente por su embajador: el cerebro del hombre, “El Phineas” cambia de imagen en una renovada búsqueda, siempre constante hasta que decidamos vender pulseras hippies en Morelos….