Al Cesar lo que es del Cesar,…y al Nati lo que es del Nati.

“El corazón de Roma no late en el mármol del Partenón, sino en la arena del coliseo”, bajo este argumento los antiguos emperadores romanos, supieron identificar excelentemente las necesidades de su pueblo, ¿qué era lo que quería la Roma de entonces?, circo y juego,…¿Cuál seria la solución ideal?,..el coliseo Romano, en donde se le «aventaba» comida a la gente y se les divertía con interpretaciones de furiosas batallas que realizaban los gladiadores, representando al enemigo de Roma y el ejercito del Cesar, representando a Roma por supuesto, la idea era sencilla y funcionaba, si el pueblo obtenía lo que quería no se molestarían en cuestionar las formas de su gobierno, dicho de otra manera era una forma de distraer la atención de pueblo, era una forma de anestesiarlos.

Me sorprende que aun en nuestros días, y mas aun, en nuestra ciudad, se sigan llevando este tipo de practicas tan antiguas como eficaces, y es que lo único que cambia son los nombres, ahora no son coliseos sino estadios, ahora no avientan comida sino balones y camisetas, y ya no pelean a muerte los gladiadores, ahora solo juegan fútbol los jugadores (los que pelean a muerte son los aficionados en las calles, pero en fin), debo de reconocer de que la misma receta milenaria sigue funcionando, ya que esto asegura cómo en el pasado, simpatía por el gobernante (o en este caso candidato a gobernante), ya que atinadamente se hace cargo de pagar por los derechos de transmición del evento en el que los dos equipos locales están jugando su pase a la final, es decir los dos bandos están agradecidos por tan preciado regalo.

La verdad no se puede negar que en muchos de los casos, lo único que le queda a la gente, es el fútbol, ya que después de problemas en el trabajo, con la pareja, con los hijos, con el carro, con el calor, con las cuentas, y con tantas cosas más, se tiene que buscar alguna válvula de escape, algún refugio de los problemas de la vida cotidiana, lo malo viene cuando después del desborde de pasiones en la cancha, estas mismas pasiones se salen fuera de control en las calles y contra los aficionados del equipo contrario, esperamos que esto no sea el caso en estos encuentros de esta semana.

No se si sea moralmente correcto que se “compren” votos de esta manera, lo que si creo que es correcto es que de vez en cuando le den a la gente algún aliciente para salir de la rutina, aunque si efectivamente la gente le da su voto al candidato esto signifique algún retroceso en materia política, o alguna distracción de lo que esta pasando en nuestro alrededor, pero si se me permite expresar mi admiración por el uso de una antigua pero eficiente practica para simpatizarle al pueblo, …la manifiesto!, por que hay que reconocer que “El corazón de Monterrey no late en el granito del Palacio de Gobierno, sino en las canchas del Estadio Universitario y del Estadio del Tecnológico”

Que gane el mejor,…tanto en la cancha como en las urnas,…aunque en estas ultimas, ¿debería de decir el menos «pior»?

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