Al derecho y al Derbez

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No bien había empezado el año, que sobra decir se pronosticaba difícil para todos los mexicanos, cuando sale a la luz pública que el señor Carlos Flores Alcocer, Embajador de México ante la OCDE con sede en Francia, realiza la compra de una casa de un millón trescientos mil dólares, más de 160 mil pesos en la compra de seis colchones y siete almohadas, además de una plancha eléctrica para pantalones con un valor de cinco mil 460 pesos y un sacacorchos de «cola de cochino» (Nota del Phineas: Yo también quisiera tener tan mágnifico gadget) de tres mil 346 pesos. Sobra decir que estas compras no se hicieron como reza la publicidad de una tienda de electrodomésticos de México, es decir no fueron en “pagos chiquitos” sino que fueron pagos excesivos, brutales y ofensivos para cualquier mexicano que tenga conocimiento de lo que difícil que es ganarse la vida en este país.

Las declaraciones de Luis Ernesto Derbez, canciller mexicano aseguró respecto a la interrogante acerca de si había existido o no un abuso en la compra de esos artículos: «Eso es una especulación, no existe de ninguna manera nada que compruebe en este momento que se ha excedido o que se ha salido de gastos», para no extenderme mucho al caso concluye con la destitución de Carlos Flores Alcocer, lo último que se supo del tema fue que la Secretaría de la Función Pública (SFP) investigaría si al interior de la Cancillería hubo alguna autorización o respaldo para los presuntos gastos excesivos realizados por Carlos Flores Alcocer en su calidad de representante de México ante la OCDE, se enviaron a Francia a los encargados de dicha investigación y los resultados, si es que los hubo, solo ellos supieron cuales fueron.

No bien acaban de salir de ese escándalo cuando ahora sale a la luz pública que Teresa Estrada Derbez,…

No bien acaban de salir de ese escándalo cuando ahora sale a la luz pública que Teresa Estrada Derbez, sobrina del Canciller Luis Ernesto Derbez, trabaja en el Consulado de México en Phoenix desde junio del 2003 como responsable del área de archivo y correspondencia, no tiene horarios establecidos y recibe 3 mil 500 dólares por mes. Las incoherencias no se hicieron esperar, por una parte ella dice que su trabajo es voluntario y es para cubrir un servicio social cuando tiene tiempo libre para ayudar “en lo que haga falta” como si fuera una tiendita familiar de abarrotes, por otra parte el Cónsul alterno Fernando Vargas declara en tono molesto y sin afán de ocultarlo que Estrada Derbez está a cargo de las áreas de archivo, correspondencia y de protección, y por estas actividades percibe un sueldo de 3 mil 500 dólares mensuales, superior al de un tercer secretario.

Mientras esta trabajadora social incansable afirma: “Estoy colaborando voluntariamente en el Consulado. Tengo tiempo y a mí me gusta regresarle a la gente algo. O sea, me considero un ser afortunado porque puedo dedicarme a lo que me gusta. Entonces me dan chance de colaborar voluntariamente en este Consulado y eso me parece maravilloso” si en verdad esta señorita quiere regresarnos algo a la gente ¿por qué no empieza por regresarnos algo del sueldo excesivo que percibe y que es pagado a costa de nuestras costillas?, por otra parte a mi también me parecería maravilloso recibir 3,500 dólares por realizar mi servicio social. Yo me pregunto ¿cuántos estudiantes universitarios de este país recibirán sueldos similares por realizar el servicio social obligatorio para titularse? , es más, no nos compliquemos tanto,…¿cuántos mexicanos recién egresados podrán tener oportunidad de recibir un sueldo de 3,500 dólares en el mercado laboral que existe en nuestro país?.

Aunque el canciller Luis Ernesto Derbez ya nos hizo el favor de aclararnos: “No hay ningún favoritismo. Ella está ahí, trabaja, recibe un sueldo que es promedio dentro del contexto de todo lo que hay. Hay 750 empleados y está trabajando como empleada local y no hay nada que esconder”, lo extraño es que en oficinas de ciudades como Chicago la labor similar a la de esta “trabajadora social” está a cargo una señora llamada Laura, quien lleva años trabajando para el Consulado y gana mil 500 dólares al mes, es empleada local y además de esa tarea realiza otras. En Nueva York ni siquiera existe ese puesto, es mas no existe ni siquiera esa oficina, en San Diego que es la oficina en donde más tramites burocráticos se realizan, la correspondencia la recibe el portero y la entrega a la secretaria del Cónsul, es decir que inexplicablemente este “puesto” que nos cuesta a todos lo mexicanos además de ser innecesario es inexistente en oficinas similares en ciudades mas importantes de Estados Unidos, como observación adicional en todas estas ciudades mencionadas el costo de la vida es más alto que en Phoenix.

Lo que a mi me gustaría saber es ¿hasta cuando vamos a permitir estos abusos por parte de nuestros “servidores públicos”?, ¿por que esperar hasta que estos personajes salgan del poder y se vayan a otros países a radicar para empezar a investigar los movimientos que hacen o autorizan?, ¿Por qué esa relación mortal e inmoral de «Gobierno Rico – Pueblo Pobre» ya no nos sorprende y mucho menos nos preocupa?, pero bueno si permitimos que nuestra primera dama se perfile como candidata para la sucesión presidencial, y que los gobernantes tengan chóferes con sueldos de secretarios de gobierno, pues que dejen a la pobre muchacha que haga su servicio social en santa paz, al cabo que en unos meses ya se nos va a haber olvidado con tanta porquería que nos dan para distraernos…por cierto, ya me voy a celebrar que México ya esta en Atenas 2004.

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